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161
| text
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1.47M
| language
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values |
---|---|---|---|---|
Sabines,Jaime
|
<XXI
|
La_Hermana_Rosa
|
Al pie de tu cadáver sólo llora tu hija.
Nadie te pone amor, ni flores, ni recuerdos.
Desnuda estás, y sola, entre cuatro paredes
altas, altas y solas, sin penas y sin duelos.
Ni una silla siquiera, ni un banco en que la gente
si llegara a mirarte se sentara en silencio.
Arden las cuatro velas y arden las paredes
con una llama fría, un apagado incendio.
El hospital es tierno y son tiernas las manos
que te han puesto bonita en tu vestido viejo.
Tu nariz se adelgaza y tu blancura crece,
se derrama en tu piel como un viento.
Arañas, caen arañas del techo, caen cenizas,
papeles, sombras, trapos, caen del cielo,
rosas que Dios te tira,
ángeles en pedazos, y sueños.
|
es
|
Medrano,Francisco_de
|
<XXI
|
Soneto_Xlix_A_San_Isidro
|
Los campos de Madrid, Isidro santo,
donde estamparon ángeles las huellas,
sembrando vi de soles y de estrellas,
que alegres se inclinaron a su llanto.
Sus oraciones le encumbraron tanto,
que en éxtasis de amor brotó centellas,
y pudo la menor de todas ellas
ser del infierno confusión y espanto.
Al fin Isidro para el cielo oraba,
cuando araban los ángeles el suelo,
dando a su fe constante tal tributo.
Y tan perfecto Labrador estaba,
que vestido de luz cogió en el cielo,
sembrando aquí sus lágrimas el fruto.
|
es
|
Cordero_Viera,Shirley_G.
|
XXI
|
Un_No_Sé_Qué
|
No dudo, solo me protejo de tu mirada
Llorará el violín cuando me vea partir
Sus cuerdas, no te tocarán la tonada de mi canción
Te quedarás sentado frente mi fotografía
Tal vez, pensarás que es un arrebato mío... pero no es
así
Muere cada segundo una estrella
No será la primera vez, que llore por ti
Ni la última en la historia de este amor
Que se estrelle la copa de mis sueños en tus manos
No dudes, me cuesta levantarme
Caminar no es fácil dejando atrás mi cama
Sería una estupidez negarlo, pero no lo hago
Puede que mañana vuelva a sonreír junto a ti
Escuchar tus carcajadas, sentir tu mano en mi piel
Pero ahora detente, deja pasar la luna en su cumbre
El llanto del camino será largo
Te confieso que te adoro
Pero es más fácil salir de este sueño
Que seguir soñando en copas de vino tinto
Tú seguirás aquí, tranquilo hasta ahora
Cuando me veas partir y tus manos me rocen
No podrás detener la partida de tu gaviota
Quisiera besarte amarte, pero no puedo
Solo soy tu amiga, hoy me desnudé frente a ti
Tus manos te traicionaron, era yo la amiga
Es lo que he bebido de ti
Quédate frente a mi fotografía
Ya no puedo aguantar las ganas de correr
Así que hoy cierro esta puerta, toma las llaves
Yo me quedo fuera de casa
Tú quédate con tus manos en tu cabello
Pensando en, un no sé qué
Te quedarás sentado frente mi fotografía
Tal vez, pensarás que es un arrebato mío... pero no es
así
Muere cada segundo una estrella
No será la primera vez, que llore por ti
Ni la última en la historia de este amor
Que se estrelle la copa de mis sueños en tus manos
No dudes, me cuesta levantarme
Caminar no es fácil dejando atrás mi cama
Sería una estupidez negarlo, pero no lo hago
Puede que mañana vuelva a sonreír junto a ti
Escuchar tus carcajadas, sentir tu mano en mi piel
Pero ahora detente, deja pasar la luna en su cumbre
El llanto del camino será largo
Te confieso que te adoro
Pero es más fácil salir de este sueño
Que seguir soñando en copas de vino tinto
Tú seguirás aquí, tranquilo hasta ahora
Cuando me veas partir y tus manos me rocen
No podrás detener la partida de tu gaviota
Quisiera besarte amarte, pero no puedo
Solo soy tu amiga, hoy me desnudé frente a ti
Tus manos te traicionaron, era yo la amiga
Es lo que he bebido de ti
Quédate frente a mi fotografía
Ya no puedo aguantar las ganas de correr
Así que hoy cierro esta puerta, toma las llaves
Yo me quedo fuera de casa
Tú quédate con tus manos en tu cabello
Pensando en, un no sé qué
No será la primera vez, que llore por ti
Ni la última en la historia de este amor
Que se estrelle la copa de mis sueños en tus manos
No dudes, me cuesta levantarme
Caminar no es fácil dejando atrás mi cama
Sería una estupidez negarlo, pero no lo hago
Puede que mañana vuelva a sonreír junto a ti
Escuchar tus carcajadas, sentir tu mano en mi piel
Pero ahora detente, deja pasar la luna en su cumbre
El llanto del camino será largo
Te confieso que te adoro
Pero es más fácil salir de este sueño
Que seguir soñando en copas de vino tinto
Tú seguirás aquí, tranquilo hasta ahora
Cuando me veas partir y tus manos me rocen
No podrás detener la partida de tu gaviota
Quisiera besarte amarte, pero no puedo
Solo soy tu amiga, hoy me desnudé frente a ti
Tus manos te traicionaron, era yo la amiga
Es lo que he bebido de ti
Quédate frente a mi fotografía
Ya no puedo aguantar las ganas de correr
Así que hoy cierro esta puerta, toma las llaves
Yo me quedo fuera de casa
Tú quédate con tus manos en tu cabello
Pensando en, un no sé qué
No dudes, me cuesta levantarme
Caminar no es fácil dejando atrás mi cama
Sería una estupidez negarlo, pero no lo hago
Puede que mañana vuelva a sonreír junto a ti
Escuchar tus carcajadas, sentir tu mano en mi piel
Pero ahora detente, deja pasar la luna en su cumbre
El llanto del camino será largo
Te confieso que te adoro
Pero es más fácil salir de este sueño
Que seguir soñando en copas de vino tinto
Tú seguirás aquí, tranquilo hasta ahora
Cuando me veas partir y tus manos me rocen
No podrás detener la partida de tu gaviota
Quisiera besarte amarte, pero no puedo
Solo soy tu amiga, hoy me desnudé frente a ti
Tus manos te traicionaron, era yo la amiga
Es lo que he bebido de ti
Quédate frente a mi fotografía
Ya no puedo aguantar las ganas de correr
Así que hoy cierro esta puerta, toma las llaves
Yo me quedo fuera de casa
Tú quédate con tus manos en tu cabello
Pensando en, un no sé qué
Puede que mañana vuelva a sonreír junto a ti
Escuchar tus carcajadas, sentir tu mano en mi piel
Pero ahora detente, deja pasar la luna en su cumbre
El llanto del camino será largo
Te confieso que te adoro
Pero es más fácil salir de este sueño
Que seguir soñando en copas de vino tinto
Tú seguirás aquí, tranquilo hasta ahora
Cuando me veas partir y tus manos me rocen
No podrás detener la partida de tu gaviota
Quisiera besarte amarte, pero no puedo
Solo soy tu amiga, hoy me desnudé frente a ti
Tus manos te traicionaron, era yo la amiga
Es lo que he bebido de ti
Quédate frente a mi fotografía
Ya no puedo aguantar las ganas de correr
Así que hoy cierro esta puerta, toma las llaves
Yo me quedo fuera de casa
Tú quédate con tus manos en tu cabello
Pensando en, un no sé qué
El llanto del camino será largo
Te confieso que te adoro
Pero es más fácil salir de este sueño
Que seguir soñando en copas de vino tinto
Tú seguirás aquí, tranquilo hasta ahora
Cuando me veas partir y tus manos me rocen
No podrás detener la partida de tu gaviota
Quisiera besarte amarte, pero no puedo
Solo soy tu amiga, hoy me desnudé frente a ti
Tus manos te traicionaron, era yo la amiga
Es lo que he bebido de ti
Quédate frente a mi fotografía
Ya no puedo aguantar las ganas de correr
Así que hoy cierro esta puerta, toma las llaves
Yo me quedo fuera de casa
Tú quédate con tus manos en tu cabello
Pensando en, un no sé qué
Que seguir soñando en copas de vino tinto
Tú seguirás aquí, tranquilo hasta ahora
Cuando me veas partir y tus manos me rocen
No podrás detener la partida de tu gaviota
Quisiera besarte amarte, pero no puedo
Solo soy tu amiga, hoy me desnudé frente a ti
Tus manos te traicionaron, era yo la amiga
Es lo que he bebido de ti
Quédate frente a mi fotografía
Ya no puedo aguantar las ganas de correr
Así que hoy cierro esta puerta, toma las llaves
Yo me quedo fuera de casa
Tú quédate con tus manos en tu cabello
Pensando en, un no sé qué
No podrás detener la partida de tu gaviota
Quisiera besarte amarte, pero no puedo
Solo soy tu amiga, hoy me desnudé frente a ti
Tus manos te traicionaron, era yo la amiga
Es lo que he bebido de ti
Quédate frente a mi fotografía
Ya no puedo aguantar las ganas de correr
Así que hoy cierro esta puerta, toma las llaves
Yo me quedo fuera de casa
Tú quédate con tus manos en tu cabello
Pensando en, un no sé qué
Tus manos te traicionaron, era yo la amiga
Es lo que he bebido de ti
Quédate frente a mi fotografía
Ya no puedo aguantar las ganas de correr
Así que hoy cierro esta puerta, toma las llaves
Yo me quedo fuera de casa
Tú quédate con tus manos en tu cabello
Pensando en, un no sé qué
Ya no puedo aguantar las ganas de correr
Así que hoy cierro esta puerta, toma las llaves
Yo me quedo fuera de casa
Tú quédate con tus manos en tu cabello
Pensando en, un no sé qué
Tú quédate con tus manos en tu cabello
Pensando en, un no sé qué
|
es
|
Plaza_Llamas,Antonio
|
<XXI
|
Epigramas
|
Al cortarse un usurero
las uñas, exclamó Lino:
Va a perder este grosero
lo único que tiene fino.
Recortadas, las tiró
saliéndose a poco rato;
vino su gato, las vio,
y le dio hipertrofia al gato.
Entraba un recién casado
al taller de un peinetero,
y oliendo a cuerno quemado
se paró muy asustado
a sacudir el sombrero.
Iban a matar un chivo,
y Cenobio lo evitó.
Su mujer le preguntó:
¿Para qué lo quieres vivo
cuando es inútil así?
El dijo entonces: «Señora,
lo que hago por él ahora
mañana lo harán por mí».
Inés mira con enojo
a Pablito el diminuto;
pero el rico don Canuto
ese sí le llena el ojo.
«Qué tonta es mi hija Librada»,
dijo el buen Juan Acevedo;
sólo mi hija la casada
esa no se mama el dedo.
Casó la niña Villegas
con un rico, sordo y mudo;
porque resistir no pudo
al poder de sus talegas.
|
es
|
Caro,Miguel_Antonio
|
<XXI
|
Ora,_Manso_Animal,_Inmóvil_Miras
|
Ora, manso animal, inmóvil miras
Cual fijo bloque, el campo floreciente;
Ora al pesado yugo das la frente
Y á la labor del hombre fiel conspiras.
Él te aguija, él te punza, y tú a sus iras,
Los ojos revolviendo mansamente,
Respondes en silencio. ¡Oh buey paciente!
Paz a un tiempo y vigor al alma inspiras.
Tu ancha negra nariz húmido aliento
Exhala; tu mugir ondeando lento
En los serenos ámbitos se pierde;
Y en el glauco cristal de tu pupila,
Grave y dulce, refléjase tranquila
La muda soledad del campo verde.
|
es
|
Morales,Rafael
|
<XXI
|
Tristemente,_Las_Ruedas_Van_Hundiendo_En_El_Barro
|
Tristemente, las ruedas van hundiendo en el barro
su gemido incansable, monocorde, doliente, lagrimones
de cieno se desprenden temblando,
desplomándose suaves, silenciosos y lentos,
dulcemente redondos, tiernamente pausados.
Aquí en esta madera, que se queja cansada,
cantaron jubilosos, espléndidos, los pájaros,
y las ramitas tiernas con su verde ventura
temblaron mansamente bajo el viento de mayo.
Redonda va la pena, redonda va la muerte,
redonda va la rueda, torpemente girando
Y sobre el carro, lento, cargado de verduras,
un mocetón alegre no sé qué va cantando.
|
es
|
Gaitán_Durán,Jorge
|
<XXI
|
La_Dulce_Tolvanera_Del_Silencioso_Otoño
|
La dulce tolvanera del silencioso otoño
va anegando tu imagen en su vaga humareda,
encendiendo en el tiempo la hoguera del olvido
para borrar la última ceniza de la ausencia.
Nadie sabrá que vivo para ti, que defiendo
contra las llamas trémulas tu desnudo recuerdo,
que lucho en el otoño de vientos desolados
y en sus ondas sombrías te reclaman mis sueños.
Nadie sabrá que fuiste mía bajo el otoño
de estrellas delirantes y crepúsculos vagos,
que llenaste mis labios con tu fuego de siempre,
que cayó mi tristeza sobre ti como un canto.
Porque nada resiste la invasión del olvido
cuando llega a mi alma su humareda de otoño.
Todo se va de mí, se fuga de mi vida,
tú también te me vas y permanezco solo.
|
es
|
González,Adolfo
|
XXI
|
Fondos
|
Ahondó
en el yo
y lo encontró
en el fondo
superficie
de otro yo.
Desde el fondo
del pozo
de tus ojos
un cubo
con tus ojos
tan vivitos y coleando subes al mirar.
Del fondo
del espejo
mi apariencia saliendo
con su barba de chivo.
|
es
|
Rébora,Marilina
|
<XXI
|
No_Trates_De_Llevarme_Al_Mundo_De_Los_Sabios
|
No trates de llevarme al mundo de los sabios
para hablar del origen de la criatura humana;
canciones y sonrisas sólo quiero en tus labios
y agradecerle a Dios tu ser, cada mañana.
No me ilustres la mente; prefiero no saber,
conservar mi ignorancia hasta en dulces tonteras,
que, como en la niñez, aún quisiera creer
en magos, nigromantes, en elfos y hechiceras.
Déjame porque guarde el candor de la infancia
aunque tal vez parezca desusado por bobo,
sin buscar en el tiempo de remota distancia
la explicación terrena de la divina obra.
Sería tan sensible como pinchar el globo,
cuando el niño, a momentos, lo suelta y lo recobra.
No me ilustres la mente; prefiero no saber,
conservar mi ignorancia hasta en dulces tonteras,
que, como en la niñez, aún quisiera creer
en magos, nigromantes, en elfos y hechiceras.
Déjame porque guarde el candor de la infancia
aunque tal vez parezca desusado por bobo,
sin buscar en el tiempo de remota distancia
la explicación terrena de la divina obra.
Sería tan sensible como pinchar el globo,
cuando el niño, a momentos, lo suelta y lo recobra.
Déjame porque guarde el candor de la infancia
aunque tal vez parezca desusado por bobo,
sin buscar en el tiempo de remota distancia
la explicación terrena de la divina obra.
Sería tan sensible como pinchar el globo,
cuando el niño, a momentos, lo suelta y lo recobra.
|
es
|
Greiff,León_de
|
<XXI
|
Ínsula
|
Grave símbolo esquivo.
Grave símbolo esquivo, nocturna
torva idea en el caos girando.
Hámlet frío que nada enardece.
Aquí, allá, va la sombra señera,
allá, aquí, señorial, taciturna,
(señorial, hiperbóreo, elusivo):
fantasmal Segismundo parece
y harto asaz metafísico, cuando
cruza impávido el árida esfera.
Grave símbolo huraño.
Grave símbolo huraño, fantasma
vagueante por muelle archipiélago
—bruma ingrave y caletas de nube
y ensenadas y fjords de neblina—.
Grave símbolo hermético: pasma
su presciencia del huésped de ogaño,
su pergenio de gríseo querube
(del calígene caos murciélago)
vagueante en la onda opalina.
Más lontano que nunca.
Más lontano que nunca. Más solo
que si fuese ficción. Puro endriago
y entelequia y emblema cerébreo:
del antártico al ártico Polo
sombra aciaga de atuendo fatal
—exhumada de cúya espelunca?—,
gris fantasma lucífugo y vago
por el fondo angoroso, tenébreo,
que sacude hosco viento abisal.
Más lontano jamás.
Más lontano jamás. Ciego, mudo,
mares surca y océanos hiende
metafísicos: mástil de roble
que no curva el henchido velamen,
ni el de Zeus zig-zag troza crudo...,
ni se abate ante el tedio, quizás.
Más lontano jamás: Fosco, inmoble
De su hito insular no desciende
y aunque voces lascivas lo llamen.
Juglar ebrio de añejo y hodierno
mosto clásico o filtros letales.
Si Dionisos o Baco.
Baco rubio o Dionysos de endrino
crespo casco de obscuro falerno.
Trovador para el lay venusino.
Juglar ebrio de bocas o vino:
me dominan las fuerzas sensuales
—hondo amor o femíneo arrumaco—
trovador, amadís sempiterno.
Me saturan los zumos fatales
—denso aroma, perfume calino—
del ajenjo de oriente opalino.
Casiopeia de luz que amortigua
fonje niebla, tul fosco de bruma,
copo blándulo, flor de la espuma,
cendal níveo y aéreo...
Cendal níveo y aéreo... La ambigua
color vaga que apenas se esfuma
si aparece... fugaz Casiopeia
peregnina, la errátil Ligeia,
la de hoy y de ayer y la antigua
—entre un vaho letal, deletéreo... —
Casiopeia con ojos azules,
Elsa grácil y esbelta,
Elsa grácil y esbelta, Elsa blonda!
—si morena Xatlí, la lontana—.
Elsa blonda y esbelta, Elsa grácil!
Casiopeia en el mar! Quién Ulises
de esa núbil Calypso! Odiseo
de esa ingrávida Circe temprana
—blonda, ebúrnea y pueril!— Impoluta
Casiopeia —auniendnino su delta—.
Nea Aglae ni arisca ni fácil...
Casiopeia triscando en la onda,
Casiopeia en la playa! Sus gules
labios húmidos son los de Iseo!
Oh Tristán! de las sienes ya grises!
Oh Tristán!: con tus ojos escruta:
¿ves la nao en la linde lontana?
Turbio afán o morboso deseo
sangre y carne y espíritu incendie.
Ebrio en torno —falena—.
Ebrio en torno —falena piróvaga—
ronde, al cálido surco: Leteo
que el orsado senil vilipendie
si antes fuera la misma giróvaga...
—si ayer Paris de Helena la helena,
si ayer Paris, rival de Romeo... —
Turbio afán y deseo sin lindes,
siempre, oh Vida, me infundas y brindes!
Cante siempre a mi oído.
Cante siempre a mi oído la tibia
voz fragante de Circe y Onfalia.
Siempre séanme sólo refugio
pulcro amor y acendrada lascivia.
Bruna endrina de muslos de dahlia,
rubia láctea de ardido regazo!
Lejos váyase el frío artilugio
cerebral ante el lúbrico abrazo!
Casiopeia, los ojos de alinde
muy más tersos que vívidas gémulas
irradiantes: la frente de argento
—flava crencha a su frente,
flava crencha a su frente las alas
si a las róseas orejas los nidos;
frágil cinto; el eréctil portento
par sin par retador e insurgente;
frágil cinto que casi se rinde
de qué hechizo al agobio —tan grato—.
En sus ojos giraban sus émulas
—danzarinas lontanas y trémulas—:
estrellada cohorte: de Palas
la sapiencia, en sus ojos dormidos.
De Afrodita posesa el acento
caricioso. Medea furente...
Salomé, la bacante demente...
Casiopeia danzando.
Casiopeia danzando en la sombra
vagueante, irisada de ópalos:
nefelíbata al són de inasible
rumor lieto, velada armonía
cuasi muda y susurro inaudible
(muelle y tibio, melífico y blando)
para torpes oídos: que asombra
con febril sortilegio, si tópalos
sabio oído: les sigue, les halla,
les acoge, goloso, en su malla,
y en gozarlos su ser se extasía.
Casiopeia de luz.
Casiopeia de luz inexhausta,
halo blondo en el mar de zafiro,
rubia estrella en el mar de abenuz.
Irreal concreción de la eterna
maravilla del cosmos: su fausta
lumbre, siempre, y en éxtasis, miro
de la hórrida, absurda caverna
poeana o guindado en mi cruz.
Casiopeia, eternal Casiopeia,
sutil símbolo, lis, donosura;
su luz fausta y su música, hechizo
de sortílega acción obsesora
e inebriante, muy más que la obscura
flor dormida en las redes del rizo
toisón, urna que ensueño atesora
y el hastío a la vez: Casiopeia
peregrina, la errátil Ligeia,
la de hoy y de ayer y ventura...
|
es
|
Nervo,Amado
|
<XXI
|
Por_Esta_Selva_Tan_Espesa
|
Por esta selva tan espesa,
donde nunca el sol penetró,
buscando voy una princesa
que se me perdió.
Entre los árboles copudos,
entre las lianas verdinegras
que trepan por los desnudos
troncos, como culebras;
entre las rocas de hosquedad
hostil y provocativa
y la pavorosa soledad
y la penumbra esquiva,
buscando voy una princesa
rubia como la madrugada
que no ha partido y que no regresa
desta espesura malhadada.
Dicen que al fin de aquella ruta,
que bordan el ciprés y el enebro,
hay una reina muy enjuta
que mora en un castillo muy negro;
que guarda en fieros torreones
otras princesas como la mía,
y que es sorda a las rogaciones
del desamparo y la agonía.
Mas, acaso si yo pudiese
ver a la reina, y su huella
seguir astuto, al cabo diese
con el castillo negro... ¡y con Ella!
Pero el más seguro instinto
no se sentiría capaz
de guiarse por el laberinto
desta penumbra pertinaz.
Es que el espíritu presiente
algo fatal que se avecina,
y es que acaso es más imponente
que lo que vemos claramente
lo que tan sólo se adivina.
Heme aquí, pues, con la alma opresa
en medio de obscuridad,
enamorado de una princesa
que se perdió en la selva espesa
tal vez por una eternidad...
|
es
|
Unamuno,Miguel_de
|
<XXI
|
Saduceísmo
|
Dobla tu frente, triste saduceo,
contempla el polvo, que es tu fuente; y mira
que con la torre de Babel el cielo
no has de romper, y que la vida toda
no es sino embuste si no hay otra allende.
¿Qué es el progreso que empezó aquel día
de rojo ocaso, en que la espada ardiente
del ángel del Señor brilló a la puerta
del paraíso? Di, ¿qué es el progreso
si, hojas que secas Aquilón arrastra,
van nuestras almas a abonar la tierra
donde aguardando la segur el árbol
de la vida sombrea a nuestra muerte?
¿A qué saber, si la conciencia al borde Eclesiastés II, 15-16.
de la nada matriz no espera nada
más que saber? Di, ¿dónde están las olas
que gimiendo en la playa se sumieron?
¿Y aquellas otras que al confín hinchándose
con sus espumas anegar querían
a las estrellas? Di, ¿qué es lo que dura?
Sé que preguntas, saduceo triste, Marcos XII, 18-27.
con risa amarga, qué mujer tendremos
después de muertos. Dime, mas de vivos
¿qué vida es ésta si esperamos sólo
a lo que sea cuando no seamos?
Quiebra tu envidia, triste saduceo;
deja que la esperanza nos aduerma,
y en nuestros labios al postrer suspiro
muera del Credo la postrera ráfaga.
¡Y tú, Cristo que sueñas, sueño mío,
deja que mi alma, dormida en tus brazos,
venza la vida soñándose Tú!
|
es
|
Ruiz,Juan
|
<XXI
|
Syenpre_Ha_Mala_Manera_La_Sierra_E_La_Altura
|
Syenpre ha mala manera la sierra e la altura:
sy nieva o si yela, nunca da calentura.
ençima dese puerto fasía oruela dura,
viento con grand elada, rrúçio con grand friura.
Como ome non siente tanto frío, si corre,
corrí la cuest' ayuso, ca diz': «Quien da a la torre,
antes dize la piedra, que sale el alhorre».
Yo dixe: «so perdido, sy Dios non me acorre».—
Nunca desque nasçí pasé tan grand' periglo:
descendy al pie del puerto, falleme con un vestiglo:
la más grant fantasya, que yo vy en este siglo:
yeguerisa trefuda, talla de mal çeñiglo.
Con la cuyta del frío de aquesa grand' elada,
rrogela que ese día me quisiese dar posada.
díxome que lo faría, si le fuese bien pagada:
tóvel' a Dios en merçed, levome a la Tablada.
Ssus miembros e su talla non son para callar,
ca byen creed que era grand yegua cavallar:
quien con ella luchase, no s' podría bien fallar;
sy ella non quessiese, non la podri' aballar.
En el Apocalisi Sant Juan Evangelista
non vido tal figura nin espantable vista;
en grand hato daríe gran lucha e grand conquista;
non sé de quál diablo es tal fantasma quista.
Avía la cabeça mucho grande syn guisa;
cabellos chicos, negros, como corneja lysa;
ojos fondos e bermejos: poco e mal devisa;
mayor es que de osa su pisada do pisa.
Las orejas tamañas como d' añal borrico;
el su pescueço negro, ancho, velloso, chico;
las narices muy luengas, semejan de çarapico;
bevería'n pocos días caudal de buhón rico.
Su boca de alana, grandes rrostros e gordos;
dyentes anchos e luengos, cavallunos, maxmordos;
las sobreçejas anchas e más negras que tordos:
¡los que quieran casarse, non sean aquí sordos!
De pelos mucho negros tiene boço de barvas,
yo non vy ál en ella; mas si en ella escarvas,
fallarás, según creo, de las chufetas parvas;
pero más te valdría trillar en las tus parvas.
Mas en verdat, sy bien vy fasta la rrodilla,
los huesos mucho grandes, la çanca non chiquilla,
de las cabras del fuego una grand manadilla;
sus tovillos mayores que d' una añal novilla.
Más ancha que mi mano tyene la su muñeca.
Vellosa, pelos grandes, pero non mucho seca;
boz gorda e gangosa, a todo ome enteca;
tardía como ronca, desdonada e hueca.
El su dedo chiquillo mayor es que mi pulgar,
pienssa de los mayores si te podrias pagar;
sy ella algúnd día te quisiese espulgar,
sentiría tu cabeça qu' eran vigas de lagar.
Traía por el garnacho las sus tetas colgadas;
Dávanle a la çinta, pues qu' estaban dobladas;
Ca estando sencillas darl' yen so las yjadas:
A todo son de çítola andarían syn ser mostradas.
Costillas mucho grandes en su negro costado,
unas tres veses contélas estando arredrado:
dígote que non vy más nin te será más
contado,
ca moço mesturero non es buen' para mandado.
De quanto que me dixo e de su mala talla
fiz' tres canticas grandes; mas non pude pyntalla:
las dos son chançonetas, la otra de trotalla,
de la que' t non pagares, veyla e rye e calla.
|
es
|
Agustini,Delmira
|
<XXI
|
...¿Un_Ensueño_Entrañable?..._¿Un_Recuerdo_Profundo?...
|
...¿Un ensueño entrañable?... ¿Un recuerdo profundo?...
¡Fue un momento supremo a las puertas del Mundo!
El Destino me dijo maravillosamente:
—Tus sienes son dos vivos engastes soberanos:
elige una corona, todas van á tu frente!—
Y yo las vi brotar de las fecundas manos,
floridas y gloriosas, trágicas y brillantes!
Más fría que el marmóreo cadáver de una estatua,
miré rodar espinas, y flores, y diamantes,
como el bagaje espléndido de una Quimera fatua.
Luego fue un haz luciente de doradas estrellas;
—Toma! —dijo— son besos del Milagro, entre ellas
Florecerán tus sienes como dos tierras cálidas!...
...tal pupilas que mueren se apagaron rodando...
Yo me interné en la Vida, dulcemente, soñando
hundir mis sienes fértiles entre tus manos pálidas!...
|
es
|
Hierro,José
|
<XXI
|
Amanece._Descalzo_He_Salido_A_Pisar_Los_Caminos
|
Amanece. Descalzo he salido a pisar los caminos,
a sentir en la carne desnuda la escarcha.
¡Tanta luz, tanta vida, tan verde cantar de la hierba!
¡Tan feliz creación elevada a la cima más alta!
Siento el tiempo pasar y perderse y tan sólo por fuera de mí se detiene.
Y parece que está el universo encantado, tocado de gracia.
¡Tanta luz, tanta vida, tan frágil silencio!
¡Tantas cosas eternas que mellan al tiempo su trágica espada!
¡Tanta luz, tan abiertos caminos!
¡Tanta vida que evita los siglos y ordena en el día su magia!
Si la flor, si la piedra, si el árbol, si el pájaro;
si su olor, su dureza, su verde jadeo, su vuelo entre el cielo y la rama.
Si todos me deben su vida, si a costa de mí, de mi muerte es posible su vida,
a costa de mí, de mi muerte diaria...
¡Tanta luz, tan remoto latir de la hierba...!
(Descalzo he salido a sentir en la carne desnuda la escarcha).
¡Tanta luz, tan oscura pregunta!
¡Tan oscura y difícil palabra!
¡Tan confuso y difícil buscar, pretender comprender y aceptar,
y parar lo que nunca se para.
|
es
|
Arespacochaga,Joaquín
|
XXI
|
Invocació
|
Fecha alada
sombra doliente que nos lleva
Fue tan corto el camino
Es tan largo tu silencio
Huérfano de mí
Lleve el aire mi consuelo
Lejos
Allí donde el mar entierra
los pasos heridos de las horas
Sople el viento
y nos devuelva
ahora
el polvo fresco que no fuimos
el sueño herido que nos muere
Rebelde cortedad
que apacientas breves las horas
Dame tiempo para al menos ser
el último instante que te besa.
|
es
|
Heredia,José_María
|
<XXI
|
Misantropía
|
Yo vi del polvo levantarse audaces
A dominar y perecer, tiranos:
Atrepellarse efímeras las leyes,
Y llamarse virtudes los delitos.
Entre deseos férvidos y penas
Y tedio y duda fúnebre vagamos:
«Tan sólo sé que todo lo ignoramos»,
Dijo el mayor filósofo de Atenas.
Y dijo bien: el hombre miserable
Nace para sufrir, y desmentida
Queda la vana charla de los sabios
Por el grito doliente que sus labios
Lanzan en los umbrales de la vida.
Desde la cuna hasta el sepulcro yerto
Por siempre lucha con dolor y crimen,
Y está por mil deseos abrasado,
O bien suspira, por el tedio helado.
Ni el sangriento laurel de la victoria,
Ni el engañoso brillo de la gloria
Endulzan ¡ay! su lamentable suerte.
¡Hijo infeliz de incertidumbre y muerte!
Si finalmente deja fatigado
La triste decepción de los placeres,
Y en la razón estéril apoyado
Con vanas discusiones
Establecer intenta sus deberes,
Halla sólo do quier contradicciones,
Y decidir no puede con certeza
Do acaba la virtud y el vicio empieza.
La misma inspiración modificada
Es crimen o virtud, noble o perversa.
Así la llama del valor divina
Que un semidiós eleva en Decio fuerte,
Respira sangre, asolación y muerte
En el abominable Catilina.
Yo vi al pueblo furioso
De pérfido tirano
Frenético besar la cruenta mano,
Y bendecir su yugo pavoroso.
¡Ay! de sus defensores al suplicio
Vile aplaudir con vértigo funesto,
Apellidar flaqueza la templanza,
Y sublime virtud y santo celo
Por el honor del cielo
El odio vil y bárbara venganza.
Por estúpidos brazos manejadas
Vi ¡oh baldón! a las armas vencedoras,
De independencia ya conquistadoras,
En discordia civil ensangrentadas.
Justicia, humanidad, atropelladas.
Vi de la patria en el sagrado nombre:
Como tigres o furias irritadas,
Do quier vi al hombre perseguir al hombre.
Do quier la demagogia sanguinosa,
Cual hidra ponzoñosa,
La multitud escuálida subleva,
A desgarrar el seno de la patria
Con furibunda ceguedad la lleva;
Y maldiciendo el yugo de los reyes,
Cubre de fango, lágrimas y sangre
La libertad y las holladas leyes.
De Californias al opuesto polo
Pululan ¡ay! los crímenes insanos:
¡Veo cien mil demagogos, mil tiranos,
Y ni un patriota solo!...
¡Oh Civilización! ven asentada
En el carro del tiempo silencioso,
Y reanime tu soplo delicioso
Del mundo yerto la beldad ajada.
De opresores plebeyos y reales
Caiga la destructora tiranía,
Y al trono fiero y libertad impía
No cerquen bayonetas y puñales.
Cuarenta siglos de furor y males
Instruyan ¡ay! al hombre.
La santa religión su voz anime,
Y fulminando el iracundo Marte,
Desplegue triunfadora el estandarte
De tolerancia y de moral sublime;
Y en sus ejes eternos afirmado
Con reposo profundo,
Goce justicia y paz el justo mundo.
|
es
|
Chocano,José_Santos
|
<XXI
|
Pandereta
|
Madre Andalucía, caja de alegría,
Pandereta heroica de vibrante son:
Es a ti a quien debo, madre Andalucía,
Los desbordamientos de mi fantasía
Y las marejadas de mi corazón.
Río con tus risas, peno con tus penas:
Sangre de tu sangre corre por mis venas,
Que si soy de Lima tú has estado allá;
Y desde la altura de esa Edad remota,
Viene a mí tu sangre cual si fuese gota
Que por cuatro siglos destilando está.
Amo tus balcones llenos de macetas
Y las coplas tristes con que tus poetas
Pulsan la guitarra y hacen el amor:
La sospecha muda, la venganza mora,
El galán furtivo, la mujer traidora
Y el puñal desnudo de su matador.
Amo las corridas de tus bravos toros,
En que los cohetes de ímpetus sonoros
Mienten en el cielo rúbricas de luz;
Y en que los toreros, todos relumbrantes,
Hunden con el puño lleno de diamantes
Los estoques hasta la sangrienta cruz.
Amo la elegancia de tus bandoleros,
Una mitad zafios y otra caballeros,
Que el orgullo sienten de su propio rol:
Tal es como a veces diez cabalgaduras
Trotan por tus sierras y por tus llanuras,
Bajo el peso a plomo de aplastante sol.
Amo el regocijo de tus zambras locas,
En que los claveles ríen como bocas
Y el dorado vino baila en el cristal,
Y en que esbelta maja de sensual donaire
Desenrosca un tango... y echa por el aire
Frescos puñaditos de menuda sal.
Madre Andalucía, caja de alegría,
Pandereta heroica de vibrante son.
Es a ti a quien debo, madre Andalucía,
Los desbordamientos de mi fantasía
Y las marejadas de mi corazón.
|
es
|
Gutiérrez_González,Gregorio
|
<XXI
|
¡Yo_Te_Amo_Tanto,_Que_Eres_El_Consuelo
|
¡Yo te amo tanto, que eres el consuelo
Que solo he hallado en mí mortal quebranto!
¡Yo te amo tanto, serafín del cielo,
Yo te amo tanto!
Enjugue ya tu mano seductora
Mi triste llanto;
¡Misericordia para mí, señora,
Que te amo tanto!
¡Oh, si me amaras!... ¡en mi pecho frío
Cuántos tesoros de ternura hallaras!
¡Oh, si me amaras, único ángel mío!
¡Oh, si me amaras!
Tú, reclinada en mis amantes brazos
¡Cuánto gozaras!
¡Cuán dulces fueran del amor los lazos
Si al fin me amaras!
Ámame, ingrata... o de tus ojos quita
Ese mirar fascinador que mata;
¡Ámame, ingrata, aparición bendita!
¡Ámame, ingrata!
Tu cruel desdén las flores de mi vida
Rompe y maltrata...
Ven a mis brazos y el desdén olvida,
¡No seas ingrata!
|
es
|
Santa_Cruz,Nicomedes
|
<XXI
|
Escúcheme,_Por_Favor
|
¡Criollo, no: ¡Criollazo!
Canta en el tono que rasques.
Le llaman El Amigazo,
Su nombre: ¡PORFIRIO VÁSQUEZ!
Escúcheme, por favor,
escúcheme aunque no quiera:
cómo canta marinera,
yo lo creo un trovador.
Soy su fiel admirador,
lo oí y le di un abrazo;
donde él fui pasito a paso
por sentir su melodía.
Le digo, desde ese día
¡criollo, no: ¡Criollazo...!
Es el adjetivo justo
que merece un decimista,
zapateador, jaranista,
compositor de buen gusto.
Perdóname si te asusto
pero por Dios, no me atasques,
que aunque la lengua me masques
repetiré que es tan ducho
que sin esforzarse mucho
canta en el tono que rasques.
Riqueza debía tener
mas Dios le dará otro premio,
pues por su alma de bohemio
como si fuera un deber,
gozó más con proteger
al que le tendió su brazo.
Hoy comentan este caso
los que de él han recibido,
y en un geto agradecido
le llaman El Amigazo.
Cuando le llegue el momento...
—y esto no es un mal presagio—,
como póstumo sufragio
le haremos un monumento.
Ruego al que grabe el cemento
que con buen cincel recalque
y en un ángulo le marque,
donde la piedra resista,
para que por siempre exista
su nombre: ¡PORFIRIO VÁSQUEZ!
Escúcheme, por favor,
escúcheme aunque no quiera:
cómo canta marinera,
yo lo creo un trovador.
Soy su fiel admirador,
lo oí y le di un abrazo;
donde él fui pasito a paso
por sentir su melodía.
Le digo, desde ese día
¡criollo, no: ¡Criollazo...!
Es el adjetivo justo
que merece un decimista,
zapateador, jaranista,
compositor de buen gusto.
Perdóname si te asusto
pero por Dios, no me atasques,
que aunque la lengua me masques
repetiré que es tan ducho
que sin esforzarse mucho
canta en el tono que rasques.
Riqueza debía tener
mas Dios le dará otro premio,
pues por su alma de bohemio
como si fuera un deber,
gozó más con proteger
al que le tendió su brazo.
Hoy comentan este caso
los que de él han recibido,
y en un geto agradecido
le llaman El Amigazo.
Cuando le llegue el momento...
—y esto no es un mal presagio—,
como póstumo sufragio
le haremos un monumento.
Ruego al que grabe el cemento
que con buen cincel recalque
y en un ángulo le marque,
donde la piedra resista,
para que por siempre exista
su nombre: ¡PORFIRIO VÁSQUEZ!
Es el adjetivo justo
que merece un decimista,
zapateador, jaranista,
compositor de buen gusto.
Perdóname si te asusto
pero por Dios, no me atasques,
que aunque la lengua me masques
repetiré que es tan ducho
que sin esforzarse mucho
canta en el tono que rasques.
Riqueza debía tener
mas Dios le dará otro premio,
pues por su alma de bohemio
como si fuera un deber,
gozó más con proteger
al que le tendió su brazo.
Hoy comentan este caso
los que de él han recibido,
y en un geto agradecido
le llaman El Amigazo.
Cuando le llegue el momento...
—y esto no es un mal presagio—,
como póstumo sufragio
le haremos un monumento.
Ruego al que grabe el cemento
que con buen cincel recalque
y en un ángulo le marque,
donde la piedra resista,
para que por siempre exista
su nombre: ¡PORFIRIO VÁSQUEZ!
Riqueza debía tener
mas Dios le dará otro premio,
pues por su alma de bohemio
como si fuera un deber,
gozó más con proteger
al que le tendió su brazo.
Hoy comentan este caso
los que de él han recibido,
y en un geto agradecido
le llaman El Amigazo.
Cuando le llegue el momento...
—y esto no es un mal presagio—,
como póstumo sufragio
le haremos un monumento.
Ruego al que grabe el cemento
que con buen cincel recalque
y en un ángulo le marque,
donde la piedra resista,
para que por siempre exista
su nombre: ¡PORFIRIO VÁSQUEZ!
Cuando le llegue el momento...
—y esto no es un mal presagio—,
como póstumo sufragio
le haremos un monumento.
Ruego al que grabe el cemento
que con buen cincel recalque
y en un ángulo le marque,
donde la piedra resista,
para que por siempre exista
su nombre: ¡PORFIRIO VÁSQUEZ!
|
es
|
González_Cano,Cándida
|
XXI
|
Yo_No_Te_Pido_Nada.
|
Yo no te pido nada.
Pero sé que me darás,
Hasta tu último suspiro.
Ese átomo de aire
Apagará el fuego
Y nos fusionará
Para siempre.
|
es
|
Neruda,Pablo
|
<XXI
|
8_De_Septiembre
|
Hoy, este día fue una copa plena,
hoy, este día fue la inmensa ola,
hoy, fue toda la tierra.
Hoy el mar tempestuoso
nos levantó en un beso
tan alto que temblamos
a la luz de un relámpago
y, atados, descendimos
a sumergirnos sin desenlazamos.
Hoy nuestros cuerpos se hicieron extensos,
crecieron hasta el límite del mundo
y rodaron fundiéndose
en una sola gota
de cera o meteoro.
Entre tú y yo se abrió una nueva puerta
y alguien, sin rostro aún,
allí nos esperaba.
|
es
|
Girondo,Oliverio
|
<XXI
|
Son_Los_Trasfondos_Otros_De_La_In_Extremis_Médium
|
Son los trasfondos otros de la in extremis médium
que es la noche al entreabrir los huesos
las mitoformas otras
aliardidas presencias semimorfas
sotopausas sosoplos
de la enllagada líbido posesa
que es la noche sin vendas
son las grislumbres otras tras esmeriles párpados videntes
los atónitos yesos de lo inmóvil ante el refluido herido interrogante
que es la noche ya lívida
son las cribadas voces
las suburbanas sangres de la ausencia de remansos omóplatos
las agrinsomnes dragas hambrientas del ahora con su limo de nada
los idos pasos otros de la incorpórea ubicua también
otra escarbando lo incierto
que puede ser la muerte con su demente célibe muleta
y es la noche
y deserta
|
es
|
Altolaguirre,Manuel
|
<XXI
|
Sentirse_Solo_En_Medio_De_La_Vida
|
Sentirse solo en medio de la vida
casi es reinar, pero sentirse solo
en medio del olvido, en el oscuro
campo de un corazón, es estar preso,
sin que siquiera una avecilla trine
para darme noticias de la aurora.
Y el estar preso en varios corazones,
sin alcanzar conciencia de cuál sea
la verdadera cárcel de mi alma,
ser el centro de opuestas voluntades,
si no es morir, es envidiar la muerte.
|
es
|
Buesa,José_Ángel
|
<XXI
|
Esa_Mujer_Que_Ya_No_Va_Conmigo
|
Esa mujer que ya no va conmigo,
más que un amor, fue una costumbre mía.
Y alguien podrá entenderme cuando digo
que a veces me acompaña todavía
esa mujer que ya no va conmigo.
Nadie ha podido detener elviento
ni transformar en júbilo una pena.
Se va el amor y cambia el sentimiento,
y aunque alguien haga florecer la arena
nadie ha podido detener el viento.
Lo que pudo durar toda la vida
se convierte en espuma de repente.
Y el alma se nos queda entristecida
cuando se va definitivamente
lo que pudo durar toda la vida.
Esa mujer que ya no va conmigo
supo crearme una ilusión extraña.
Y alguien podrá entenderme cuando digo
que a veces todavía me acompaña
esa mujer que ya no va conmigo.
|
es
|
Marechal,Leopoldo
|
<XXI
|
¡Fruto_Nuevo,_Amasijo_De_Tierra_Y_De_Agua!
|
¡Fruto nuevo, amasijo de tierra y de agua!
Cristalizó en el gajo más curvado del mundo
la sal de tu ternura.
¡Afilando puñales de sed,
trenzando los cabellos de una esperanza niña,
desvaneciendo sombras he cuidado tu rama!
Pastor de grandes cosas que se mueven,
yo conduje el rebaño de los días piafantes;
he visto cien mañanas con los picos abiertos
devorar la migaja de la última estrella
y tembló entre mis manos toda noche
como una yegua renegrida y ágil...
Yo hilvané con mis ansias una canción de cuna
para que se durmieran los cachorros del viento;
y alcé un espantapájaros de odio
sobre el campo frutal de tu su
eño sin lágrimas.
Con las hebras del sol
has torcido el cordaje de tu risa.
En las enredaderas de tus voces incuba
sus tres huevos azules un pájaro de gracia...
¡La vida en tus talones es un giro de baile!
Te aferras al abierto pavorreal de los días
y le robas la pluma;
sabes abrir tu noche como un libro de estampas.
Y no sé si deshojas
la flor menguante de las lunas;
y no sé si libertas los luceros cautivos;
¡o si el verano salta de tus ojos iguales
a una lluvia con sol!
Tengo los dientes rotos de morder imposibles:
para ti guardan lechos de martirio mis brazos.
En mis dedos retoñan zarzales de caricias,..
¡Todas las noches naufragaban
en esta costa de mi anhelo!
Grabé tu nombre en todas las arenas del aire:
tu nombre es el perfume que buscaban mis años.
Redoblan los tambores de mi fiebre
largos llamados al otoño.
Has de llorar tus frutas
redondas como lágrimas...
Ensartaré en el hilo de mi plegaria sorda
las cuentas de cien días y de cien noches;
¡y haré un collar de tiempo que te ciña!
Conduciré el rebaño de mis voces
por caminos que duerman bajo el opio del alba.
He de atar mis dos ojos a carros de vigilia
¡y haré un collar de tiempo que te ciña!
para que sea manso tu caer en un día
con fragancias de alcoba;
y para que en la noche de tu llanto
las estrellas más altas fructifiquen
entre la mano de los niños.
|
es
|
Storni,Alfonsina
|
<XXI
|
Viaje
|
Hoy me mira la luna
blanca y desmesurada.
Es la misma de anoche,
la misma de mañana.
Pero es otra, que nunca
fue tan grande y tan pálida.
Tiemblo como las luces
tiemblan sobre las aguas.
Tiemblo como en los ojos
suelen temblar las lágrimas.
Tiemblo como en las carnes
sabe temblar el alma.
¡Oh! la luna ha movido
sus dos labios de plata.
¡Oh! la luna me ha dicho
las tres viejas palabras:
«Muerte, amor y misterio...»
¡Oh, mis carnes se acaban!
Sobre las carnes muertas
alma mía se enarca.
Alma —gato nocturno—
sobre la luna salta.
Va por los cielos largos
triste y acurrucada.
Va por los cielos largos
sobre la luna blanca.
Es la misma de anoche,
la misma de mañana.
Pero es otra, que nunca
fue tan grande y tan pálida.
Tiemblo como las luces
tiemblan sobre las aguas.
Tiemblo como en los ojos
suelen temblar las lágrimas.
Tiemblo como en las carnes
sabe temblar el alma.
¡Oh! la luna ha movido
sus dos labios de plata.
¡Oh! la luna me ha dicho
las tres viejas palabras:
«Muerte, amor y misterio...»
¡Oh, mis carnes se acaban!
Sobre las carnes muertas
alma mía se enarca.
Alma —gato nocturno—
sobre la luna salta.
Va por los cielos largos
triste y acurrucada.
Va por los cielos largos
sobre la luna blanca.
Pero es otra, que nunca
fue tan grande y tan pálida.
Tiemblo como las luces
tiemblan sobre las aguas.
Tiemblo como en los ojos
suelen temblar las lágrimas.
Tiemblo como en las carnes
sabe temblar el alma.
¡Oh! la luna ha movido
sus dos labios de plata.
¡Oh! la luna me ha dicho
las tres viejas palabras:
«Muerte, amor y misterio...»
¡Oh, mis carnes se acaban!
Sobre las carnes muertas
alma mía se enarca.
Alma —gato nocturno—
sobre la luna salta.
Va por los cielos largos
triste y acurrucada.
Va por los cielos largos
sobre la luna blanca.
Tiemblo como las luces
tiemblan sobre las aguas.
Tiemblo como en los ojos
suelen temblar las lágrimas.
Tiemblo como en las carnes
sabe temblar el alma.
¡Oh! la luna ha movido
sus dos labios de plata.
¡Oh! la luna me ha dicho
las tres viejas palabras:
«Muerte, amor y misterio...»
¡Oh, mis carnes se acaban!
Sobre las carnes muertas
alma mía se enarca.
Alma —gato nocturno—
sobre la luna salta.
Va por los cielos largos
triste y acurrucada.
Va por los cielos largos
sobre la luna blanca.
Tiemblo como en los ojos
suelen temblar las lágrimas.
Tiemblo como en las carnes
sabe temblar el alma.
¡Oh! la luna ha movido
sus dos labios de plata.
¡Oh! la luna me ha dicho
las tres viejas palabras:
«Muerte, amor y misterio...»
¡Oh, mis carnes se acaban!
Sobre las carnes muertas
alma mía se enarca.
Alma —gato nocturno—
sobre la luna salta.
Va por los cielos largos
triste y acurrucada.
Va por los cielos largos
sobre la luna blanca.
Tiemblo como en las carnes
sabe temblar el alma.
¡Oh! la luna ha movido
sus dos labios de plata.
¡Oh! la luna me ha dicho
las tres viejas palabras:
«Muerte, amor y misterio...»
¡Oh, mis carnes se acaban!
Sobre las carnes muertas
alma mía se enarca.
Alma —gato nocturno—
sobre la luna salta.
Va por los cielos largos
triste y acurrucada.
Va por los cielos largos
sobre la luna blanca.
¡Oh! la luna ha movido
sus dos labios de plata.
¡Oh! la luna me ha dicho
las tres viejas palabras:
«Muerte, amor y misterio...»
¡Oh, mis carnes se acaban!
Sobre las carnes muertas
alma mía se enarca.
Alma —gato nocturno—
sobre la luna salta.
Va por los cielos largos
triste y acurrucada.
Va por los cielos largos
sobre la luna blanca.
¡Oh! la luna me ha dicho
las tres viejas palabras:
«Muerte, amor y misterio...»
¡Oh, mis carnes se acaban!
Sobre las carnes muertas
alma mía se enarca.
Alma —gato nocturno—
sobre la luna salta.
Va por los cielos largos
triste y acurrucada.
Va por los cielos largos
sobre la luna blanca.
«Muerte, amor y misterio...»
¡Oh, mis carnes se acaban!
Sobre las carnes muertas
alma mía se enarca.
Alma —gato nocturno—
sobre la luna salta.
Va por los cielos largos
triste y acurrucada.
Va por los cielos largos
sobre la luna blanca.
Sobre las carnes muertas
alma mía se enarca.
Alma —gato nocturno—
sobre la luna salta.
Va por los cielos largos
triste y acurrucada.
Va por los cielos largos
sobre la luna blanca.
Alma —gato nocturno—
sobre la luna salta.
Va por los cielos largos
triste y acurrucada.
Va por los cielos largos
sobre la luna blanca.
Va por los cielos largos
triste y acurrucada.
Va por los cielos largos
sobre la luna blanca.
Va por los cielos largos
sobre la luna blanca.
|
es
|
Aleixandre,Vicente
|
<XXI
|
Eres_Hermosa_Como_La_Piedra
|
Eres hermosa como la piedra,
oh difunta;
Oh viva, oh viva, eres dichosa como la nave.
Esta orquesta que agita
mis cuidados como una negligencia,
como un elegante bendecir de buen tono,
ignora el vello de los pubis,
ignora la risa que sale del esternón como una gran batuta.
Unas olas de afrecho,
un poco de serrín en los ojos,
o si acaso en las sienes,
o acaso adornando las cabelleras;
unas faldas largas hechas de colas de cocodrilos;
unas lenguas o unas sonrisas hechas con caparazones de cangrejos.
Todo lo que está suficientemente visto
no puede sorprender a nadie.
Las damas aguardan su momento sentadas sobre una lágrima,
disimulando la humedad a fuerza de abanico insistente.
Y los caballeros abandonados de sus traseros
quieren atraer todas las miradas a la fuerza hacia sus bigotes.
Pero el vals ha llegado.
Es una playa sin ondas,
es un entrechocar de conchas, de tacones, de espumas o de dentaduras postizas.
Es todo lo revuelto que arriba.
Pechos exuberantes en bandeja en los brazos,
dulces tartas caídas sobre los hombros llorosos,
una languidez que revierte,
un beso sorprendido en el instante que se hacía «cabello de ángel»,
un dulce «sí» de cristal pintado de verde.
Un polvillo de azúcar sobre las frentes
da una blancura cándida a las palabras limadas,
y las manos se acortan más redondeadas que nunca,
mientras fruncen los vestidos hechos de esparto querido.
Las cabezas son nubes, la música es una larga goma,
las colas de plomo casi vuelan, y el estrépito
se ha convertido en los corazones en oleadas de sangre,
en un licor, si blanco, que sabe a memoria o a cita.
Adiós, adiós, esmeralda, amatista o misterio;
adiós, como una bola enorme ha llegado el instante,
el preciso momento de la desnudez cabeza abajo,
cuando los vellos van a pinchar los labios obscenos que saben.
Es el instante, el momento de decir la palabra que estalla,
el momento en que los vestidos se convertirán en aves,
las ventanas en gritos,
las luces en ¡socorro!
y ese beso que estaba (en el rincón) entre dos bocas
se convertirá en una espina
que dispensará la muerte diciendo:
Yo os amo.
Unas olas de afrecho,
un poco de serrín en los ojos,
o si acaso en las sienes,
o acaso adornando las cabelleras;
unas faldas largas hechas de colas de cocodrilos;
unas lenguas o unas sonrisas hechas con caparazones de cangrejos.
Todo lo que está suficientemente visto
no puede sorprender a nadie.
Las damas aguardan su momento sentadas sobre una lágrima,
disimulando la humedad a fuerza de abanico insistente.
Y los caballeros abandonados de sus traseros
quieren atraer todas las miradas a la fuerza hacia sus bigotes.
Pero el vals ha llegado.
Es una playa sin ondas,
es un entrechocar de conchas, de tacones, de espumas o de dentaduras postizas.
Es todo lo revuelto que arriba.
Pechos exuberantes en bandeja en los brazos,
dulces tartas caídas sobre los hombros llorosos,
una languidez que revierte,
un beso sorprendido en el instante que se hacía «cabello de ángel»,
un dulce «sí» de cristal pintado de verde.
Un polvillo de azúcar sobre las frentes
da una blancura cándida a las palabras limadas,
y las manos se acortan más redondeadas que nunca,
mientras fruncen los vestidos hechos de esparto querido.
Las cabezas son nubes, la música es una larga goma,
las colas de plomo casi vuelan, y el estrépito
se ha convertido en los corazones en oleadas de sangre,
en un licor, si blanco, que sabe a memoria o a cita.
Adiós, adiós, esmeralda, amatista o misterio;
adiós, como una bola enorme ha llegado el instante,
el preciso momento de la desnudez cabeza abajo,
cuando los vellos van a pinchar los labios obscenos que saben.
Es el instante, el momento de decir la palabra que estalla,
el momento en que los vestidos se convertirán en aves,
las ventanas en gritos,
las luces en ¡socorro!
y ese beso que estaba (en el rincón) entre dos bocas
se convertirá en una espina
que dispensará la muerte diciendo:
Yo os amo.
Las damas aguardan su momento sentadas sobre una lágrima,
disimulando la humedad a fuerza de abanico insistente.
Y los caballeros abandonados de sus traseros
quieren atraer todas las miradas a la fuerza hacia sus bigotes.
Pero el vals ha llegado.
Es una playa sin ondas,
es un entrechocar de conchas, de tacones, de espumas o de dentaduras postizas.
Es todo lo revuelto que arriba.
Pechos exuberantes en bandeja en los brazos,
dulces tartas caídas sobre los hombros llorosos,
una languidez que revierte,
un beso sorprendido en el instante que se hacía «cabello de ángel»,
un dulce «sí» de cristal pintado de verde.
Un polvillo de azúcar sobre las frentes
da una blancura cándida a las palabras limadas,
y las manos se acortan más redondeadas que nunca,
mientras fruncen los vestidos hechos de esparto querido.
Las cabezas son nubes, la música es una larga goma,
las colas de plomo casi vuelan, y el estrépito
se ha convertido en los corazones en oleadas de sangre,
en un licor, si blanco, que sabe a memoria o a cita.
Adiós, adiós, esmeralda, amatista o misterio;
adiós, como una bola enorme ha llegado el instante,
el preciso momento de la desnudez cabeza abajo,
cuando los vellos van a pinchar los labios obscenos que saben.
Es el instante, el momento de decir la palabra que estalla,
el momento en que los vestidos se convertirán en aves,
las ventanas en gritos,
las luces en ¡socorro!
y ese beso que estaba (en el rincón) entre dos bocas
se convertirá en una espina
que dispensará la muerte diciendo:
Yo os amo.
Pero el vals ha llegado.
Es una playa sin ondas,
es un entrechocar de conchas, de tacones, de espumas o de dentaduras postizas.
Es todo lo revuelto que arriba.
Pechos exuberantes en bandeja en los brazos,
dulces tartas caídas sobre los hombros llorosos,
una languidez que revierte,
un beso sorprendido en el instante que se hacía «cabello de ángel»,
un dulce «sí» de cristal pintado de verde.
Un polvillo de azúcar sobre las frentes
da una blancura cándida a las palabras limadas,
y las manos se acortan más redondeadas que nunca,
mientras fruncen los vestidos hechos de esparto querido.
Las cabezas son nubes, la música es una larga goma,
las colas de plomo casi vuelan, y el estrépito
se ha convertido en los corazones en oleadas de sangre,
en un licor, si blanco, que sabe a memoria o a cita.
Adiós, adiós, esmeralda, amatista o misterio;
adiós, como una bola enorme ha llegado el instante,
el preciso momento de la desnudez cabeza abajo,
cuando los vellos van a pinchar los labios obscenos que saben.
Es el instante, el momento de decir la palabra que estalla,
el momento en que los vestidos se convertirán en aves,
las ventanas en gritos,
las luces en ¡socorro!
y ese beso que estaba (en el rincón) entre dos bocas
se convertirá en una espina
que dispensará la muerte diciendo:
Yo os amo.
Pechos exuberantes en bandeja en los brazos,
dulces tartas caídas sobre los hombros llorosos,
una languidez que revierte,
un beso sorprendido en el instante que se hacía «cabello de ángel»,
un dulce «sí» de cristal pintado de verde.
Un polvillo de azúcar sobre las frentes
da una blancura cándida a las palabras limadas,
y las manos se acortan más redondeadas que nunca,
mientras fruncen los vestidos hechos de esparto querido.
Las cabezas son nubes, la música es una larga goma,
las colas de plomo casi vuelan, y el estrépito
se ha convertido en los corazones en oleadas de sangre,
en un licor, si blanco, que sabe a memoria o a cita.
Adiós, adiós, esmeralda, amatista o misterio;
adiós, como una bola enorme ha llegado el instante,
el preciso momento de la desnudez cabeza abajo,
cuando los vellos van a pinchar los labios obscenos que saben.
Es el instante, el momento de decir la palabra que estalla,
el momento en que los vestidos se convertirán en aves,
las ventanas en gritos,
las luces en ¡socorro!
y ese beso que estaba (en el rincón) entre dos bocas
se convertirá en una espina
que dispensará la muerte diciendo:
Yo os amo.
Un polvillo de azúcar sobre las frentes
da una blancura cándida a las palabras limadas,
y las manos se acortan más redondeadas que nunca,
mientras fruncen los vestidos hechos de esparto querido.
Las cabezas son nubes, la música es una larga goma,
las colas de plomo casi vuelan, y el estrépito
se ha convertido en los corazones en oleadas de sangre,
en un licor, si blanco, que sabe a memoria o a cita.
Adiós, adiós, esmeralda, amatista o misterio;
adiós, como una bola enorme ha llegado el instante,
el preciso momento de la desnudez cabeza abajo,
cuando los vellos van a pinchar los labios obscenos que saben.
Es el instante, el momento de decir la palabra que estalla,
el momento en que los vestidos se convertirán en aves,
las ventanas en gritos,
las luces en ¡socorro!
y ese beso que estaba (en el rincón) entre dos bocas
se convertirá en una espina
que dispensará la muerte diciendo:
Yo os amo.
Las cabezas son nubes, la música es una larga goma,
las colas de plomo casi vuelan, y el estrépito
se ha convertido en los corazones en oleadas de sangre,
en un licor, si blanco, que sabe a memoria o a cita.
Adiós, adiós, esmeralda, amatista o misterio;
adiós, como una bola enorme ha llegado el instante,
el preciso momento de la desnudez cabeza abajo,
cuando los vellos van a pinchar los labios obscenos que saben.
Es el instante, el momento de decir la palabra que estalla,
el momento en que los vestidos se convertirán en aves,
las ventanas en gritos,
las luces en ¡socorro!
y ese beso que estaba (en el rincón) entre dos bocas
se convertirá en una espina
que dispensará la muerte diciendo:
Yo os amo.
Adiós, adiós, esmeralda, amatista o misterio;
adiós, como una bola enorme ha llegado el instante,
el preciso momento de la desnudez cabeza abajo,
cuando los vellos van a pinchar los labios obscenos que saben.
Es el instante, el momento de decir la palabra que estalla,
el momento en que los vestidos se convertirán en aves,
las ventanas en gritos,
las luces en ¡socorro!
y ese beso que estaba (en el rincón) entre dos bocas
se convertirá en una espina
que dispensará la muerte diciendo:
Yo os amo.
|
es
|
Vallejo,César
|
<XXI
|
Es_De_Madera_Mi_Paciencia
|
Es de madera mi paciencia,
sorda, vegetal.
Día que has sido puro, niño, inútil,
que naciste desnudo, las leguas
de tu marcha, van corriendo sobre
tus doce extremidades, ese doblez ceñudo
que después deshiláchase
en no se sabe qué últimos pañales.
Constelado de hemisferios de grumo,
bajo eternas américas inéditas, tu gran plumaje,
te partes y me dejas, sin tu emoción ambigua,
sin tu nudo de sueños, domingo.
Y se apolilla mi paciencia,
y me vuelvo a exclamar: ¡Cuándo vendrá
el domingo bocón y mudo del sepulcro;
cuándo vendrá a cargar este sábado
de harapos, esta horrible sutura
del placer que nos engendra sin querer,
y el placer que nos DestieRRA!
Día que has sido puro, niño, inútil,
que naciste desnudo, las leguas
de tu marcha, van corriendo sobre
tus doce extremidades, ese doblez ceñudo
que después deshiláchase
en no se sabe qué últimos pañales.
Constelado de hemisferios de grumo,
bajo eternas américas inéditas, tu gran plumaje,
te partes y me dejas, sin tu emoción ambigua,
sin tu nudo de sueños, domingo.
Y se apolilla mi paciencia,
y me vuelvo a exclamar: ¡Cuándo vendrá
el domingo bocón y mudo del sepulcro;
cuándo vendrá a cargar este sábado
de harapos, esta horrible sutura
del placer que nos engendra sin querer,
y el placer que nos DestieRRA!
Constelado de hemisferios de grumo,
bajo eternas américas inéditas, tu gran plumaje,
te partes y me dejas, sin tu emoción ambigua,
sin tu nudo de sueños, domingo.
Y se apolilla mi paciencia,
y me vuelvo a exclamar: ¡Cuándo vendrá
el domingo bocón y mudo del sepulcro;
cuándo vendrá a cargar este sábado
de harapos, esta horrible sutura
del placer que nos engendra sin querer,
y el placer que nos DestieRRA!
Y se apolilla mi paciencia,
y me vuelvo a exclamar: ¡Cuándo vendrá
el domingo bocón y mudo del sepulcro;
cuándo vendrá a cargar este sábado
de harapos, esta horrible sutura
del placer que nos engendra sin querer,
y el placer que nos DestieRRA!
|
es
|
Horna,José_María_de
|
XXI
|
¿No_Quieres_Ser_Tú_Así?
|
Mira el campo, es sereno como un sueño
de tu infancia feliz;
es dulce, es infinito en su horizonte:
¿no quieres ser tú así?
Abierto a la nostalgia y al deseo
de una felicidad
que es eterna y serena como el viento,
como el azul y el mar.
Sencilla fue, al nacer tu alma a la vida,
la historia de tu sueño, y acabó
cuando una tarde loca sucumbieron
el viento, azul y mar ante el amor.
|
es
|
Aleixandre,Vicente
|
<XXI
|
Yo_Sé_Que_Estás_Aquí_En_Mi_Mano
|
Yo sé que estás aquí en mi mano
te tengo, rosa fría.
Desnudo el rayo débil
del sol te alcanza. Hueles,
emanas. ¿Desde dónde,
trasunto helado que hoy
me mientes? ¿Desde un reino
secreto de hermosura,
donde tu aroma esparces,
para invadir un cielo
total en que dichosos
tus solos aires, fuegos,
perfumes se respiran?
¡Ah, sólo allí celestes
criaturas tú embriagas!
Pero aquí, rosa fría
secreta estás, inmóvil;
menuda rosa pálida
que en esta mano finges
tu imagen en la tierra.
|
es
|
Nervo,Amado
|
<XXI
|
Magnus_Honor,_Magna_Gloria
|
Magnus honor, magna gloria
Te adamare, omnia creata
judicare transitoria.
Felix anima ac beata
quae de mundo se ipsa cavet
et solatia sola habet
in Te, Redemptor peccata.
Rex caelestis, Vir doloris,
benedictus sis, quia estis
Cum Maria fonte amoris...
Vir doloris, Rex caelestis.
|
es
|
Nervo,Amado
|
<XXI
|
En_Panne
|
Atiborrado de filosofía,
por culpa del afán que me devora,
yo, que ya me sabía
dos gramos del vivir, nada sé ahora.
De tanto preguntar
el camino a los sabios que pasaban,
me quedé sin llegar,
mientras tantos imbéciles llegaban...
|
es
|
Darío,Rubén
|
<XXI
|
Buey_Que_Vi_En_Mi_Niñez_Echando_Vaho_Un_Día
|
Buey que vi en mi niñez echando vaho un día
bajo el nicaragüense sol de encendidos oros,
en la hacienda fecunda, plena de la armonía
del trópico; paloma de los bosques sonoros
del viento, de las hachas, de pájaros y toros
salvajes, yo os saludo, pues sois la vida mía.
Pesado buey, tú evocas la dulce madrugada
que llamaba a la ordeña de la vaca lechera,
cuando era mi existencia toda blanca y rosada,
y tú, paloma arrulladora y montañera,
significas en mi primavera pasada
todo lo que hay en la divina Primavera.
|
es
|
Gelman,Juan
|
<XXI
|
Tanta
|
En un colchón de piedras duerme
el saqueo del sueño, la
lengua cortada en pedacitos
de la memoria a la linda alondra.
Qué es una alondra preguntaba
la multitud que come altura, el
existir que no quiere
ser ensuciado, la violenta
luz de la suerte. Todo
se llama amor si lo llaman
amor, precio de la
flor que surca el cerebro
contra tanta
infelicidad abajo, atrás,
arriba, al frente, alrededor.
|
es
|
Coronado,Carolina
|
<XXI
|
Permitidme_Reír!..._Brotan_Mis_Labios
|
¡Permitidme reír!... brotan mis labios
manantiales de risa bullidora,
que romper no me deja por ahora
en el llanto hacia vos, jóvenes sabios.
Perdonad a la Musa que no llora,
si tal vez en reír os hace agravios,
un momento no más, y ya serena
entonaros podré mi cantilena.
Sed indulgentes... ruda, campesina,
no estuve en vuestra escuela cortesana:
y cuando el hecho a sonreír me inclina,
mi voluntad para gemir es vana;
y, por Dios, que esta causa peregrina
que me incita a reír con tanta gana,
jovial hiciera al mismo Jeremías,
si alzara la cabeza en nuestros días.
Mas no: la indignación me preste acento:
que no hasta la risa del sarcasmo
para explicaros el pavor que siento,
la maravilla y el enojo y pasmo
al veros en cobarde desaliento
renunciar con desdén al entusiasmo,
lanzar vuestras creencias de la vida,
¡y cantar a una voz la fe perdida!
La fe perdida en el amor que os ama;
la fe perdida en la amistad que os guía;
la fe perdida en el honor que os llama;
la fe perdida hasta en el Dios que os cría;
Quimera es el saber sueño la fama;
la Religión —decís— hipocresía;
sombra la dicha, la virtud escoria,
polvo las almas, ilusión la gloria.
¡Me dais espanto! vuestras almas frías
parécenme a las noches tempestuosas
que prestan con sus bóvedas sombrías
resguardo a las acciones vergonzosas
a la sombra falaz de esas teorías,
que anublan las creencias más hermosas,
¿qué os proponéis con vuestra fe perdida,
sino ocultar errores de la vida?
¿Será que el mundo se tornó malvado
desde que hayáis vosotros a él venido?
Tierra que el bien y el mal siempre ha brotado
¿la semilla del bien hoy ha perdido?
¿Ni una planta siquiera le ha quedado?
¿Ni un retoño siquiera ha florecido?
¿Sabéis que el mundo tan horrible sea;
o es vuestra mala fe la que lo afea?
¡Ay! perdonadme: indignación tampoco
debe el alma sentir: sino tristeza,
porque tenéis vuestro cerebro loco,
y merecéis blandura, no dureza;
es menester llevaros poco a poco
remedios que os serenen la cabeza,
hasta que el juicio claro se os presente,
y el sol veáis y conozcáis la gente.
Permitid que os conduzca por la mano
a la morada de la casta esposa,
que de su dueño incrédulo y tirano
sufre el áspero trato silenciosa.—
Os mostraré también al recto anciano,
que en el humilde hogar pobre reposa,
porque acertó a elegir en su conciencia
entre indigencia y hurto, la indigencia.
Y os mostraré a la joven pura y bella,
que sufre la miseria resignada,
aunque el mundo también se mofe de ella,
y muera en soledad abandonada...
yo sé que lloraréis, si la querella
escucháis que os dirige lastimada
aquella sociedad desconocida,
donde cantasteis vuestra fe perdida.
¿Tal himno le entonáis al fiel soldado,
que por su patria muere en la pelea?
¿Muere sin que os merezca el desdichado
siquiera el premio de que en él se crea?
La madre que en su pecho extenuado
lleva amorosa al niño a quien recrea,
dándole el jugo de su propia vida
¿también ha de escuchar la fe perdida?
Tal vez, cuando el hermano generoso
cede su propio pan al tierno hermano
cantáis el egoísmo vergonzoso
y blasfemáis del corazón humano;
tal vez, en vuestro canto rencoroso
os quejáis del espíritu liviano,
cuando ahogando en el pecho sus pasiones,
la mujer de virtud os da lecciones.
Y en tanto que en el bello gabinete
contra la humana ingratitud declama,
el literato escéptico, y derrama
hiel sobre el mundo que a su ley somete;
digna de que por ella se respete
la humanidad, que el literato infama,
llorando insomne con la vista fija
sobre la anciana enferma vela su hija.
Y se arrodilla, y con su ardiente boca
los yertos pies de la doliente abriga:
su calva frente con blandura toca,
y la enjuga el sudor que la fatiga,
Teme, se desconsuela, a Dios invoca.
Y levanta dulcísima y amiga
su oración por la vida de la anciana,
cuando injuriando estáis la raza humana.
¡Almas ingratas sois a las bondades,
ingratas a los nobles sacrificios;
que sólo abrís los ojos a los vicios
y veis tan sólo el mundo de maldades;
y nos pintáis después esas ciudades
como espantosos, inciertos precipios,
que hundieron vuestras dulces ilusiones
y gastaron los tiernos corazones!
¿Qué aliento dais al generoso instinto,
que en el niño gentil brilla naciente,
si le arrojáis ese anatema hiriente,
su entusiasmo infantil dejando extinto?
Si de dudas el vago laberinto
señaláis por camino al inocente,
¿qué virtud aguardáis, qué heroica
hazaña
de esta generación virgen de España?
¿No sabéis dibujar, rudos pintores,
sino de informes copias los trasuntos?
¿No podéis con finísimos colores
lo bello y lo real mostrarnos juntos?
¿No sabéis, infelices trovadores,
más que cantar las tumbas y difuntos,
o lanzarnos sarcasmos que os inspiran
la furia que se esconde en vuestra lira?...
En vano es ese canto lastimero,
que a la sensible humanidad ultraja
y que rechaza el corazón sincero,
como una ofensa calumniosa y baja;
el mundo es ora como fue primero,
de virtudes y vicios gran baraja,
cuyos signos diversos y figuras
confundís de este siglo las criaturas.
Y de este siglo, que decís malvado,
han de alzarse animosos corazones,
que reanimen la fe que habéis ahogado
con vuestras falsas míseras lecciones.
No juzguéis porque el pueblo os ha escuchado
llorar vuestras amargas decepciones,
que también para siempre descreído
la fe como vosotros ha perdido.
El germen de virtud que en él se encierra,
brotará, como planta que en invierno
descansa en las entrañas de la tierra
y alza en verano su capullo tierno;
por más que vuestro orgullo les aferra
con descripciones del mundano infierno,
los buenos os dirán que habéis mentido,
porque llamáis al siglo corrompido.
Vosotros que pugnáis con odio loco
por degradaros en la raza humana,
malos como decís no sois tampoco,
sino esclavos de moda bien tirana;
¡Triste Espronceda, que avivaste el foco
de la maligna Musa Castellana!
¿Oyes cómo tu Trova repetida
suena en el Canto de la fe perdida?
¡Compasión a vosotros, pobres gentes,
que no tenéis ni en Dios ya confianza!
Son cual hondas cavernas vuestras mentes
donde jamás del sol el rayo alcanza:
puedan de Dios las voces elocuentes
devolveros de nuevo la esperanza;
y veréis cuán hermosa que es la vida
con esa fe que lamentáis perdida.
Hay siempre un ser benéfico y sensible
a quien volver los ojos en la pena:
hay siempre un alma cariñosa y buena,
que su tierna amistad nos dé apacible;
y si en el mundo todo aborrecible
no hubiese más amor que el de la hiena,
¡un manantial fecundo de consuelo
nos queda siempre en el amor del cielo!
|
es
|
Plaza_Llamas,Antonio
|
<XXI
|
Un_Ángel_Caído._Soneto
|
Bella y feliz, señora respetada,
fuiste en áureo salón reina preciosa;
mas te dejó la suerte caprichosa
sin hijos, sin honor, sin fe, sin nada.
Por quemante despecho arrebatada
hoy que vives en crápula estruendosa,
eres más que el cinismo escandalosa,
y más que la desgracia, desgraciada.
Te comprendo ¡infeliz! porque infinita
amargura también guarda mi seno;
y también como tú, mártir maldita,
me revuelco en un Gólgota de cieno,
que la inmensa desgracia necesita
retar al mundo y maldecir lo bueno.
|
es
|
Elgarresta,José
|
XXI
|
Almoacid,_Llamado_Luz_De_Alcaria_Por_La_Profunda_Sabiduría
|
Almoacid, llamado luz de Alcaria por la profunda sabiduría con que
el Altísimo le había distinguido, deseaba desde hacía
mucho tiempo recorrer la ciudad y hablar libremente a sus súbditos sobre
cuentos temas tuvieran a buen plantearle, pues la felicidad del reino estaba
en sus manos, y opinaba que si la hoguera de la palabra, terminaría
destruyendo a todos con sus llamas siempre insatisfechas.
Aquella mañana luminosa se dispuso a contemplarla desde el punto
más alto de la muralla, y le pareció como si fuera una prolongación
de sus brazos, que se extendieran hasta fundirse con los lejanos campos
en un abrazo de dulcísimo dolor y serena alegría.
Dio gracias al Altísimo por la paz que, por su intermedio, había
concedido a su pueblo, pero también sintió el mordisco del
fuego, pues su propio ser era un horno, en el que las llamas templaban
su violencia para que sobre ellas pudiera cocerse el pan de la felicidad.
Le llegaba el resonar lejano de una algarabía y, mirando hacia
abajo, vio que la gran plaza estaba llena de gente por ser día de
mercado; entonces, sintiendo la necesidad de compartir su soledad, se dirigió
a ella, sin séquito ni acompañamiento y vestido con una túnica
sencilla, pero al llegar fue reconocido, de forma que todos se apiñaban
en torno suyo como hojas atraídas por un remolino.
Les hizo una señal con las manos, y todos se sentaron.
|
es
|
Neruda,Pablo
|
<XXI
|
No_Lo_Había_Mirado_Y_Nuestros_Pasos
|
No lo había mirado y nuestros pasos
sonaban juntos.
Nunca escuché su voz y mi voz iba
llenando el mundo.
Y hubo un día de sol y mi alegría
en mí no cupo.
Sentí la angustia de cargar la nueva
soledad del crepúsculo.
Lo sentí junto a mí, brazos ardiendo,
limpio, sangrante, puro.
Y mi dolor, bajo la noche negra
entró en su corazón.
Y vamos juntos.
|
es
|
Acuña,Manuel
|
<XXI
|
Un_Suspiro
|
Si llega a tu ventana una paloma
blanca y hermosa como el casto armillo,
recíbela en tu pecho,Lolabella,
y dale un beso en su rosado pico.
Que la paloma al recibir tus besos
ha deentregarte los que yo te envío,
y así unidos, mis besos con los tuyos
se han de convertir en «un suspiro».
|
es
|
Rojas,Gonzalo
|
<XXI
|
Las_Hermosas
|
Eléctricas, desnudas en el mármol ardiente que pasa de la piel a los vestidos,
turgentes, desafiantes, rápida la marea,
pisan el mundo, pisan la estrella de la suerte con sus finos tacones
y germinan, germinan como plantas silvestres en la calle,
y echan su aroma duro verdemente.
Cálidas impalpables del verano que zumba carnicero. Ni rosas
ni arcángeles: muchachas del país, adivinas
del hombre, y algo más que el calor centelleante,
algo más, algo más que estas ramas flexibles
que saben lo que saben como sabe la tierra.
Tan livianas, tan hondas, tan certeras las suaves. Cacería
de ojos azules y otras llamaradas urgentes en el baile
de las calles veloces. Hembras, hembras
en el oleaje ronco donde echamos las redes de los cinco sentidos
para sacar apenas el beso de la espuma.
Cálidas impalpables del verano que zumba carnicero. Ni rosas
ni arcángeles: muchachas del país, adivinas
del hombre, y algo más que el calor centelleante,
algo más, algo más que estas ramas flexibles
que saben lo que saben como sabe la tierra.
Tan livianas, tan hondas, tan certeras las suaves. Cacería
de ojos azules y otras llamaradas urgentes en el baile
de las calles veloces. Hembras, hembras
en el oleaje ronco donde echamos las redes de los cinco sentidos
para sacar apenas el beso de la espuma.
Tan livianas, tan hondas, tan certeras las suaves. Cacería
de ojos azules y otras llamaradas urgentes en el baile
de las calles veloces. Hembras, hembras
en el oleaje ronco donde echamos las redes de los cinco sentidos
para sacar apenas el beso de la espuma.
|
es
|
Caballero_Bonald,José_Manuel
|
<XXI
|
No_Podía_Dormirme,_Oía
|
No podía dormirme, oía
como un fragor de manos tanteando
en los cristales, como un advenimiento
furtivo de peligro. Al fondo
de la casa, en los arcones
que nadie registró, crujían
los papeles prohibidos, delataban
su oculta furia al borde
de la noche infantil, entrechocando
con las trémulas sábanas.
¿Todavía
vendrán, irán golpeando
con el fusil los muebles, la ceniza
de las últimas letras desterradas?
¿Vendrán ahora, cuando
va no podemos encender
más que una sola luz
entre tanta invasión de andar a tientas?
Altas banderas, himnos
de victoriosos fraudes, confundían
sus odios con mi miedo, me marcaban
con no sé qué inminencia
de huérfana verdad.
¿Quién llamaba a las puertas, desatando
iras azules contra las reliquias
clandestinas del sueño,
contra el vituperable
delito de ser libre? (María,
Rafael, ¿estáis dormidos?)
Pero ya resonaban las pisadas
cerca del corredor, ya se sentían
llegar entre una fétida
bocanada de vino
fermentado y subrepticia pólvora.
Oh qué voraces grietas de madera
familiar destruida, qué iracundos
papeles borbotando a chorros
desde el brocal de los arcones.
(María, Rafael, que ya es la hora:
ya todo terminó, ya somos tiempo).
|
es
|
Coronado,Carolina
|
<XXI
|
Quién_Nos_Llora?..._Un_Dulcísimo_Lamento
|
¿Quién nos llora?... un dulcísimo lamento
en el lejano viento
me parece escuchar... ¿Resuena un lloro,
o es el gemido blando
que en las peñas rodando
alza el agua del Gévora sonoro?
Mas, ¿no es el medio siglo?... ¿No es el día
en que nacer debía
nueva princesa, porque Dios abona
su reinado en el mundo,
y de reinas fecundo
es de reinas por siglos la corona?
En dos brazos el siglo dividido
el uno ha recorrido
doce veces las horas del pasado,
y lento en su carrera
el otro de la esfera
a la mitad del círculo ha llegado.
Ésta es la hora del suceso fijo
que el alma nos predijo
cuando rogamos con fervor al cielo,
y el acento más leve
que la ráfaga lleve
será la voz del ángel del consuelo.
¡Ay! yo apartada en valle tan distante
escucho palpitante
de roncos vientos el rumor lejano,
y no puede mi oído
percibir si el gemido
se exhala del alcázar soberano.
Pero es mi corazón arpa vibrante,
que rompe en este instante
lanzando un himno de alegría a España,
y si me engaña el viento
remedando un acento,
la santa inspiración nunca me engaña.
¡Oh vosotros ligeros peregrinos
que podéis los caminos
cruzar por la pendiente de estas sierras!
Volad a las ciudades,
y desde Creux a Gades
veréis el resplandor de nuestras tierras.
Si andáis de vuestra patria desterrados,
¡oh pobres desgraciados!
sabed que ya al hogar volvéis mañana,
sabed que vuestros hijos
con locos regocijos
se acercan al cañón y a la campana.
El bronce va a lanzar con voz tonante,
mísero caminante,
el grito de perdón de torre en torre,
perdón de muro en muro,
y del perdón seguro
ya de la torre al muro el niño corre.
Esa voz misteriosa que gemía,
y que el son parecía
del viento que murmura en la palmera,
ese lloro suave
como el trino de un ave,
del ángel salvador el llanto era.
¿Por qué vienes llorando, tú, alma mía,
si eres nuestra alegría
y a esperarte los pueblos van cantando?
¿Por qué tu boca pura
que nos da la ventura,
ángel del cielo, nos la da llorando?
¡Bendito el llanto que tu rostro baña,
riego fecundo a España,
bebida de los pobres condenados
a los duros tormentos
que caminan sedientos
de sus huérfanos hijos apartados!
Agua bendita que de culpas lava
la humilde frente esclava
del que amarrado a las argollas gime;
¡cuántos beben tu llanto
y aclaman por mi canto
al ángel salvador que los redime!
Tú eres sólo, Señora, la afligida,
tú que eres tan querida,
tú que nos cumples la esperanza santa,
tú que el dolor serenas,
tú que calmas las penas,
tú sola lloras cuando el reino canta.
Hoy se calman por ti nuestros rencores,
hoy todos los clamores
son un canto de paz a tu venida,
tus tierras y tus mares
resuenan en cantares
que América repite conmovida.
Tus villas se iluminan una a una
para alumbrar tu cuna
como blandones de tu reino entero,
y a sus luces brillantes
se ven sombras errantes
que cruzan por el Tajo y por el Duero.
La historia que leí de los profetas
y divinos poetas,
viene esta noche a la memoria mía
por aquel gran consuelo
que en el monte Carmelo
la tribu del desierto recibía.
Ya cantan en el valle los pastores
entre zarzas y llores;
ya encienden las candelas a lo lejos
con la seca retama
a cuya roja llama
del Gévora relumbran los espejos.
Es como entonces el diciembre helado.
El cielo está anublado
y blanco el suelo por la escarcha fría,
y así como has venido
parece que ha nacido
el hijo deseado de María.
Mas Dios permite, en sus eternas leyes,
que en vez de nacer reyes
nazcan a nuestro reino soberanas,
y a un dulce reinado
el siglo acostumbrado
te saluda en las tierras castellanas.
Dios ha querido, en su saber profundo,
que de reinas fecundo
fuera este siglo con que al sexo abona,
y de reinas envía
la bella dinastía,
y es de reinas, por siglos, la corona.
¡Vivirás! —¡reinarás!— la fe no miente
al corazón ardiente
que te presagia gloria venidera;
nuestro siglo ha vencido,
tú, princesa, has venido
a coronar el fin de su carrera.
|
es
|
Kewois
|
XXI
|
Pueden_Estas_Puertas_Lluviosas,_Saludable_Y_Triste
|
Pueden estas puertas lluviosas, saludable y triste, encerrarme en su cuarto sangrante de humedad, para que broten los pensamientos en
fértil papel. Es el romanticismo mi enfermedad, o un síntoma de la enfermedad fatal, mi vida. Será este la esencia que me corroe, que me oxida , que me seduce...
Que será de mi corazón , si no se alimenta de tu brusca respiración...
Desnudo mi grito a los astros que se muestran lejano con su brillo, pues ya no me satisface su fulgor, pues tengo una perla a mi lado
esparce mi pensamiento el viento, que descalza mis palabras... este es el comienzo...
Surcan las fajas briosas, respirando en reflejos irizados, ante este espacio
y es este pegaso , quien te pasea entre nubes, celosas de tu figura nacarada como quisiera protegerte, como la armadura caliza de las ostras.
Este corcel de las musas, que nació de mi romance épico, pues tu salvaste a tiempo mi corazón, de secarse en mi pecho desértico
es ella la luz carnal, la joya que difunde el color del mar...
Mi piel no es de nácar, pero me desangraría hasta secarme por ti, no logro encerrar este niño amor, con las cercas de esta amistad, me lo impide su belleza
su narciso nombre que brota del suave mare magnus...
Como olvidarte, si el eco de tu brillo, sigue encerrado en mis parpálidos ojos, y es tu contorno reflejo el que me brinda la ilusión en cada noche que me cubre de ensueños...
Y me pregunto una y otra vez como terminaré...
Este corcel de las musas, que nació de mi romance épico, pues tu salvaste a tiempo mi corazón, de secarse en mi pecho desértico
es ella la luz carnal, la joya que difunde el color del mar...
Mi piel no es de nácar, pero me desangraría hasta secarme por ti, no logro encerrar este niño amor, con las cercas de esta amistad, me lo impide su belleza
su narciso nombre que brota del suave mare magnus...
Como olvidarte, si el eco de tu brillo, sigue encerrado en mis parpálidos ojos, y es tu contorno reflejo el que me brinda la ilusión en cada noche que me cubre de ensueños...
Y me pregunto una y otra vez como terminaré...
Y me pregunto una y otra vez como terminaré...
|
es
|
Huet,Ingrid
|
XXI
|
Duerme_Mi_Niña
|
Duerme mi niña
duerme
cuentecitas de colores
para tus
manos
quietas
aguas
que
canten
para tu frente en llamas
remolimos sedientos
gaviotas volantineras
para alegrar
tu
huida
Y un arco iris manso
un arco iris
para nosotras
dos
|
es
|
Ibarbourou,Juana_de
|
<XXI
|
Siento_Un_Acre_Placer_En_Tenderme_En_La_Tierra
|
Siento un acre placer en tenderme en la tierra,
Con el sol matutino tibia como una cama.
Bajo mi cuerpo, ¡cuánta vida su vientre encierra!
¡Quién sabe qué diamante esconde aquí su llama!
¡Quién sabe qué tesoro, dentro de una miriada,
Surgirá de este mismo lugar donde reposo,
Si será el oro vivo de una era sembrada,
O la viva esmeralda de algún árbol frondoso!
¡Quién sabe qué estupenda y dorada simiente
Ha de brotar ahora bajo mi cuerpo ardiente!
Futuro pebetero que esparcirá a los vientos,
En las noches de estío, claras y rumorosas,
El calor de mi carne hecho aroma de rosas,
Fragancia de azucenas y olor de pensamientos.
|
es
|
Bocaz,Orlando
|
XXI
|
Hermoso_Niño,_Hermoso_Corazón...
|
En silencio, cabizbajo
Día a día pasabas
Mirando y mirando
Buscando tras los vidrios
Una mirada inquisidora
Que te diera un hálito
De alegría en tu desolado
Y triste corazón.
Diligente niño, estudiante
de 16 años ó quizás más.
De fina y hermosa estampa
Buscando conocerme.
Porqué yo? No sé.
No sé por que será...
Tímido, y silente
Entraste frente en alto,
Y tembloroso me dijiste:
Señor, Señor!
¿puedo con usted conversar?
Sí, encantado dije.
Y en un abrir y cerrar de ojos
Abriste tu entristecido corazón.
Señor, soy un buen estudiante,
Pero no sé quién es mi Madre
Y tampoco tengo Papá.
Vivo de allegado donde
Quienes dicen ser mis tíos,
Pero soy siempre el último.
El último en desayunar
Si es que queda un pan,
Almuerzo!, no lo conozco!
No sé, no sé que será.
En la oscuridad de la noche,
Soy el último en cenar,
Si es que algo me dejan,
siquiera para el hambre matar.
El último en acostarse,
En cualquier rincón o lugar
Y soy siempre el primero,
El primero en despertar.
Sólo de usted lo que quiero,
Que tan solo una sonrisa
Cuando pase tras su ventana
Me pueda dar...
Mi corazón quebrado,
Ya estallaba... cuando
Por sus mejillas lágrimas
Empezaron a rodar.
En un abrazo de amistad
Y de cariño nos fundimos
Y prometimos ser amigos
Por siempre y por más.
Pero... un día me buscaste
Todo el día me esperaste
Necesitabas conversar.
...no volví esa tarde...
Y de ti, pasaron unos días
Y no te volví a ver jamás.
Muchas gentes preguntaban
Por el pueblo, dónde...
Dónde está!
En la soledad de tu corazón
Te fuiste en busca de tu paz.
Solo, solo y triste quizás.
Amigo mío Francisco,
Hoy te recuerdo con nostalgia,
Con cariño, pues me distes
Tu sonrisa cristalina
Tu mirada encantadora
Que veré algún día,
En la tierra de nunca jamás.
|
es
|
Pombo,Rafael
|
<XXI
|
—Pasa_Pronto,_¡Oh_Año_Nuevo!
|
—Pasa pronto, ¡oh año nuevo!
Si eres como el que pasó,
Año al cual nada le debo
Porque nada me dejó.
—Si el vano placer buscaste
Cogiste agua en una red.
¿Qué extrañar si hoy no encontraste
Ni gota para tu sed?
No, pues te quejes del año
Sino de ti. Dicho está
Que todo el que siembra engaño
Desengaño cogerá.
Labor en vez de proyectos,
Acción en vez de ilusión,
Obras en prueba de afectos,
Goces en tiempo y razón;
Buscar esos que propendan
Al trabajo y la salud,
Y evitar cuantos ofendan
El oficio y la virtud:
Si esto practicas atento
Un tesoro deberás
De adelanto y de contento
Al año nuevo en que estás.
Labor
Acción
Obras
Goces
|
es
|
Huerta,Efraín
|
<XXI
|
Fuiste_Cuando_El_Silencio_Era_Una_Voz_De_Llovizna
|
Fuiste cuando el silencio era una voz de llovizna,
cuando sabias corolas daban el equilibrio al corazón de junio
y claras lunas tibias como pequeñas ruedas
llevaron al abismo los insomnios por turbios
y los deseos por vivos y angustiados.
Indelicada rosa blanca.
Desesperada rosa tierna.
Dueña del infinito y precursora de la contemplación y el tedio.
Rosa blanca: viviste puramente,
como apasionada y cansada frialdad,
como alba derrotista.
Eras como un dolor inmóvil
pero ceñido de ansias.
Te guardaba en mis manos creyéndote un silencio de nieve.
Eras torre y sirena.
Eras madera blanca o brisa.
Eras estrella distraída.
En las noches parecías una selva despierta,
muy mojada. Y al día
siguiente eras perla gigante
o tremenda montaña
o cristalina y rauda flor del tiempo.
Yo te seguía con furia y esperanza.
Vivo dueño de nada con tu muerte.
Vivo como una astilla de tristeza.
|
es
|
Cadenas,Rafael
|
<XXI
|
Acuñar_Quimeras
|
Acuñar quimeras
como soles muertos
para los ojos de un fantasma,
no es tu tarea.
|
es
|
Ouro_Agromartín,Mª_Dolores
|
XXI
|
No_Me_Olvides
|
Aunque haya lejanía
y terceros en nuestras almas,
aunque el cielo esté tan negro
que no encuentres esperanza...
¡No me olvides!
Aunque descubras en tu cabello
el paso de los años,
aunque triste ya y vagabundo
tu cuerpo no encuentre descanso...
¡No me olvides!
Aunque te llame la muerte
y acudas a ella sin tardar,
aunque seas ya polvo
y pálido tu mirar...
¡No me olvides!
No me olvides nunca,
vivo, o quizás ya muerto,
porque polvo seré yo
y te seguiré recordando,
porque polvo serás tú
mas polvo enamorado.
|
es
|
Quevedo,Francisco
|
<XXI
|
No_Digas,_Cuando_Vieres_Alto_El_Vuelo
|
No digas, cuando vieres alto el vuelo
del cohete, en la pólvora animado,
que va derecho al cielo encaminado,
pues no siempre quien sube llega al cielo.
Festivo rayo que nació del suelo,
en popular aplauso confiado,
disimula el azufre aprisionado;
traza es la cuerda, y es rebozo el velo.
Si le vieres en alto radïante,
que con el firmamento y sus centellas
equivoca su sitio y su semblante,
¡oh, no le cuentes tú por una dellas!
Mira que hay fuego artificial farsante,
que es humo y representa las estrellas.
Festivo rayo que nació del suelo,
en popular aplauso confiado,
disimula el azufre aprisionado;
traza es la cuerda, y es rebozo el velo.
Si le vieres en alto radïante,
que con el firmamento y sus centellas
equivoca su sitio y su semblante,
¡oh, no le cuentes tú por una dellas!
Mira que hay fuego artificial farsante,
que es humo y representa las estrellas.
Si le vieres en alto radïante,
que con el firmamento y sus centellas
equivoca su sitio y su semblante,
¡oh, no le cuentes tú por una dellas!
Mira que hay fuego artificial farsante,
que es humo y representa las estrellas.
¡oh, no le cuentes tú por una dellas!
Mira que hay fuego artificial farsante,
que es humo y representa las estrellas.
|
es
|
Unamuno,Miguel_de
|
<XXI
|
«¡Libertad!_¡Libertad!»_Sonó_En_Los_Cielos
|
«¡Libertad! ¡Libertad!» sonó en los cielos
mas no en el seno oscuro de la Tierra,
cayéronsele al siervo las esposas,
rotas no, sino sueltas.
De las manos cayéronle, y del suelo
la Ley las recogió, piadosa y seria,
le ató los pies con ellas, hechas grillos,
y quedó satisfecha.
Mientras no suene el grito en lo profundo
del seno inviolado de la Tierra,
andarás, Libertad, tú por los cielos
y tu esclavo a la gleba.
¡Libertad! ¡Libertad!, si quieres libres
a tus esclavos, date tú por presa,
baja del cielo y de la pobre Madre
en las entrañas entra.
Mientras la Tierra cotos sufra y vallas,
y los campos de Dios sean dehesa
irán sus hijos con las manos libres
y arrastrando cadenas.
Baja del cielo, Libertad sagrada,
hazte carne en el seno de la Tierra,
y entre dolor y sangre un día hermoso
nos nacerás entera.
Ven, redentora, fuente de esperanzas,
la pobre Madre con afán te espera,
ven, hinche pronto su regazo santo
y tráenos vida nueva.
Día de redención, de amor, de gloria,
será el día del parto, en primavera,
y de sangre y dolor, de sol y vida,
cuando tú te hagas nuestra.
¡Baja del cielo, Libertad sublime,
y humillándote al mundo hazte terrena,
rompe los grillos del derecho infame,
y ensánchanos la Tierra!
|
es
|
Rosario,Jorge_del
|
XXI
|
Te_Doy_Mi_Palabra_(A_Víctor_Jara)
|
Te doy mi palabra
que aunque tiemble bajo mis pies
el barro de tu tierra
y herida encuentre la huella
que marcaba el camino,
no cesaré de buscar el azul
de un cielo por llegar
a tus limpias alamedas.
|
es
|
Neruda,Pablo
|
<XXI
|
Regreso
|
Hostiles cordilleras,
cielo duro,
extranjeros, ésta es,
ésta es mi patria,
aquí nací y aquí viven mis sueños.
El barco se desliza
por el azul, por todos los azules,
la costa es la más larga
línea de soledad del universo,
pasan y pasan las arenas blancas,
suben y bajan los montes desnudos,
y corre junto al mar la tierra sola,
dormida o muerta en paz ferruginosa.
Cuando cayeron las vegetaciones
y el dulce verde abandonó estas tierras
el sol las calcinó desde su altura,
la sal las abrasó desde sus piedras.
Desde entonces se desenterraron
las antiguas estrellas minerales:
allí yacen los huesos de la tierra,
compacto como piedra es el silencio.
Perdonad, extranjeros,
perdonad la medida desolada
de nuestra soledad,
y lo que damos en la lejanía.
Sin embargo,
aquí están las raíces de mi sueño,
ésta es la dura luz que amamos,
y de algún modo, con distante orgullo,
como en los minerales de la noche,
vive el honor en esta larga arena.
|
es
|
Pizarnik,Alejandra
|
<XXI
|
Más_Allá_De_Cualquier_Zona_Prohibida
|
más allá de cualquier zona prohibida
hay un espejo para nuestra triste transparencia
|
es
|
Heredia,José_María
|
<XXI
|
Es_Media_Noche:_Vaporosa_Calma
|
Es media noche: vaporosa calma
y silencio profundo
el sueño vierte al fatigado mundo,
y yo velo por ti, mi dulce amante.
¡En qué delicia el alma
enajena tu plácida memoria!
Único bien y gloria
del corazón más fino y más constante
¡Cuál te idolatro! De mi ansioso pecho
la agitación lanzaste y el martirio,
y en mi tierno delirio
lleno de ti contemplo el universo.
con tu amor inefable se embellece
de la vida el desierto,
que desolado y yerto
a mi tímida vista parecía,
y cubierto de espinas y dolores.
Ante mis pasos, adorada mía,
riégalo tú con inocentes flores.
¡Y tú me amas! ¡Oh Dios! ¡Cuánta dulzura
siento al pensarlo! de esperanza lleno,
miro lucir el sol puro y sereno,
y se anega mi ser en su ventura.
Con orgullo placer alzo la frente
antes nublada y triste, donde ahora
serenidad respira y alegría.
Adorada señora
de mi destino y de la vida mía,
cuando yo tu hermosura
en un silencio religioso admiro,
el aire que tú alientas y respiro
es delicia y ventura.
Si pueden envidiar los inmortales
de los hombres la suerte,
me envidiarán al verte
fijar en mí tus ojos celestiales
animados de amor, y con los míos
confundir su ternura.
O al escuchar cuando tu boca pura
y tímida confiesa
el inocente amor que yo te inspiro:
por mí exhalaste tu primer suspiro,
y a mí me diste tu primera promesa.
¡Oh! ¡luzca el bello día
que de mi amor corone la esperanza,
y ponga el colmo a la ventura mía!
¡Cómo de gozo lleno,
inseparable gozaré tu lado,
respiraré tu aliento regalado, 1
y posaré mi faz sobre tu seno!
Ahora duermes tal vez, y el sueño agita
sus tibias alas en tu calma frente,
mientras que blandamente
solo por mí tu corazón palpita.
Duerme, objeto divino
del afecto más fino,
del amor más constante;
descansa, dulce dueño,
y entre las ilusiones de tu sueño
levántese la imagen de tu amante.
|
es
|
Ramos_Sucre,José_Antonio
|
<XXI
|
El_Vértigo_De_La_Decadencia
|
Asisto en el coliseo romano al sacrificio de los
mártires sublimes. Se han juntado en el centro del estadio y
sugieren el caso de una cohorte diezmada, sensible al mandamiento del honor.
Las fieras soltadas de su cárcel rodean la
turba lastimosa, agilitándose para el asalto. Las espadas
flexibles ondulan voluptuosamente y las zarpas agudas, hincadas en el
suelo, avientan mangas de polvo.
La muchedumbre de los espectadores, animada de una
crueldad gozosa, rompe en un clamor salvaje. Reproduce el estruendo de la ovación.
El soberano del orbe domesticado nota los accidentes
y pormenores de la fiesta, mirándola a través de una
esmeralda, la piedra mejor calificada para el atavío de las divinidades.
Las fieras se fatigan dilacerando el grupo inerme y
respetan los residuos inanimados y una virgen de gesto profético.
Una voz la condena al suplicio del fuego y provoca
el asentimiento unánime. La muchedumbre asume una
responsabilidad indivisible y se pierde en el delirio de su maldad,
hiriendo a la inocencia.
La hoguera despide una lumbre fatídica y les
dibuja, a los más inquietos, un rostro de cadáver.
Las fieras soltadas de su cárcel rodean la
turba lastimosa, agilitándose para el asalto. Las espadas
flexibles ondulan voluptuosamente y las zarpas agudas, hincadas en el
suelo, avientan mangas de polvo.
La muchedumbre de los espectadores, animada de una
crueldad gozosa, rompe en un clamor salvaje. Reproduce el estruendo de la ovación.
El soberano del orbe domesticado nota los accidentes
y pormenores de la fiesta, mirándola a través de una
esmeralda, la piedra mejor calificada para el atavío de las divinidades.
Las fieras se fatigan dilacerando el grupo inerme y
respetan los residuos inanimados y una virgen de gesto profético.
Una voz la condena al suplicio del fuego y provoca
el asentimiento unánime. La muchedumbre asume una
responsabilidad indivisible y se pierde en el delirio de su maldad,
hiriendo a la inocencia.
La hoguera despide una lumbre fatídica y les
dibuja, a los más inquietos, un rostro de cadáver.
La muchedumbre de los espectadores, animada de una
crueldad gozosa, rompe en un clamor salvaje. Reproduce el estruendo de la ovación.
El soberano del orbe domesticado nota los accidentes
y pormenores de la fiesta, mirándola a través de una
esmeralda, la piedra mejor calificada para el atavío de las divinidades.
Las fieras se fatigan dilacerando el grupo inerme y
respetan los residuos inanimados y una virgen de gesto profético.
Una voz la condena al suplicio del fuego y provoca
el asentimiento unánime. La muchedumbre asume una
responsabilidad indivisible y se pierde en el delirio de su maldad,
hiriendo a la inocencia.
La hoguera despide una lumbre fatídica y les
dibuja, a los más inquietos, un rostro de cadáver.
El soberano del orbe domesticado nota los accidentes
y pormenores de la fiesta, mirándola a través de una
esmeralda, la piedra mejor calificada para el atavío de las divinidades.
Las fieras se fatigan dilacerando el grupo inerme y
respetan los residuos inanimados y una virgen de gesto profético.
Una voz la condena al suplicio del fuego y provoca
el asentimiento unánime. La muchedumbre asume una
responsabilidad indivisible y se pierde en el delirio de su maldad,
hiriendo a la inocencia.
La hoguera despide una lumbre fatídica y les
dibuja, a los más inquietos, un rostro de cadáver.
Las fieras se fatigan dilacerando el grupo inerme y
respetan los residuos inanimados y una virgen de gesto profético.
Una voz la condena al suplicio del fuego y provoca
el asentimiento unánime. La muchedumbre asume una
responsabilidad indivisible y se pierde en el delirio de su maldad,
hiriendo a la inocencia.
La hoguera despide una lumbre fatídica y les
dibuja, a los más inquietos, un rostro de cadáver.
La hoguera despide una lumbre fatídica y les
dibuja, a los más inquietos, un rostro de cadáver.
|
es
|
Revagliatti,Rolando
|
XXI
|
Abrasado
|
Abrasado
por las lenguas
de las tentativas
del sueño
simple
dolida
y energuménicamente
resisto.
|
es
|
Góngora,Luis_de
|
<XXI
|
Oh_Tú,_Cualquiera_Que_Entras,_Peregrino,
|
Oh tú, cualquiera que entras, peregrino,
Si mudo admiras, admirado para
En esta bien por sus cristales clara,
Y clara más por su pincel divino,
Tebaida celestial, sacro Aventino,
Donde hoy te ofrece con grandeza rara
El cardenal heroico de Guevara
Freno al deseo, término al camino.
Del yermo ves aquí los ciudadanos,
Del galeón de Pedro los pilotos;
El arca allí, donde hasta el día postrero
Sus vestidos conservan, aunque rotos,
Algunos celestiales cortesanos.
Guarnécelos de flores, forastero.
Tebaida celestial, sacro Aventino,
Donde hoy te ofrece con grandeza rara
El cardenal heroico de Guevara
Freno al deseo, término al camino.
Del yermo ves aquí los ciudadanos,
Del galeón de Pedro los pilotos;
El arca allí, donde hasta el día postrero
Sus vestidos conservan, aunque rotos,
Algunos celestiales cortesanos.
Guarnécelos de flores, forastero.
Del yermo ves aquí los ciudadanos,
Del galeón de Pedro los pilotos;
El arca allí, donde hasta el día postrero
Sus vestidos conservan, aunque rotos,
Algunos celestiales cortesanos.
Guarnécelos de flores, forastero.
Sus vestidos conservan, aunque rotos,
Algunos celestiales cortesanos.
Guarnécelos de flores, forastero.
|
es
|
Rosario,Jorge_del
|
XXI
|
¡Qué_Larga
|
¡Qué larga
la corta distancia
que nos separa!
¡Qué pequeño
el gran amor
que nos amarra!
¡Qué distinta
la igualdad
de nuestras almas!
¡Qué pronto
llega el tardío final
de tu mirada!
¿Por qué las olas de fuego
llegan a la orilla mansas
y no rompen como antes,
las rocas de la mañana?
|
es
|
Brull,Mariano
|
<XXI
|
Yo_Me_Esconderé_Pero_Que_No_Me
|
Yo me esconderé pero que no me
veas ¡oh Tiempo! por invisible
claro viajero. Yo te observaré
en tu intimidad, cuando crees
estar solo y desnudas el secreto
de tu huidiza transparencia.
Yo te adivino como prestidigitador
que saca algo donde parece no
haber nada, y puedes multiplicar
hasta el infinito las túnicas
color de aire, o color de agua,
y entonces quedarte inmóvil
en el mismo borde de la nada.
Allí te veo en la linde que no puedes
pasar
|
es
|
Bergamín,José
|
<XXI
|
Agua_Sólo_Es_El_Mar;_Agua_Es_El_Río
|
Agua sólo es el mar; agua es el río,
Agua el torrente, y agua el arroyuelo.
Pero la voz que en ellos habla y canta
No es del agua, es del viento.
Agua es la blanda nieve silenciosa
Y el mundo bloque de cristal de hielo.
Pero no es agua, es luz la voz que calla
Maravillosamente en su silencio.
Agua es la nube oscura y silenciosa,
Errante prisionera de los cielos.
Pero su sombra, andando por la tierra
Y el mar; no es agua, es sueño.
|
es
|
Leonardo_de_Argensola,Lupercio
|
<XXI
|
Dentro_Quiero_Vivir_De_Mi_Fortuna
|
Dentro quiero vivir de mi fortuna
y huir los grandes nombres que derrama
con estatuas y títulos la Fama
por el cóncavo cerco de la luna.
Si con ellos no tengo cosa alguna
común de las que el vulgo sigue y ama,
bástame ver común la postrer cama,
del modo que lo fue la primer cuna.
Y entre estos dos umbrales de la vida,
distantes un espacio tan estrecho,
que en la entrada comienza la salida,
¿qué más aplauso quiero, o más provecho,
que ver mi fe de Filis admitida
y estar yo de la suya satisfecho?
Si con ellos no tengo cosa alguna
común de las que el vulgo sigue y ama,
bástame ver común la postrer cama,
del modo que lo fue la primer cuna.
Y entre estos dos umbrales de la vida,
distantes un espacio tan estrecho,
que en la entrada comienza la salida,
¿qué más aplauso quiero, o más provecho,
que ver mi fe de Filis admitida
y estar yo de la suya satisfecho?
Y entre estos dos umbrales de la vida,
distantes un espacio tan estrecho,
que en la entrada comienza la salida,
¿qué más aplauso quiero, o más provecho,
que ver mi fe de Filis admitida
y estar yo de la suya satisfecho?
¿qué más aplauso quiero, o más provecho,
que ver mi fe de Filis admitida
y estar yo de la suya satisfecho?
|
es
|
Parra,Nicanor
|
<XXI
|
San_Antonio
|
En un rincón de la capilla
El eremita se complace
En el dolor de las espinas
Y en el martirio de la carne.
A sus pies rotos por la Iluvia
Caen manzanas materiales
Y la serpiente de la duda
Silba detrás de los cristales.
Sus labios rojos con el vino
De los placeres terrenales
Ya se desprenden de su boca
Como coágulos de sangre.
Esto no es todo, sus meiillas
A la luz negra de la tarde
Muestran las hondas cicatrices
De las espinas genitales.
Y en las arrugas de su frente
Que en el vacío se debate
Están grabados a porfía
Los siete vicios capitales.
|
es
|
Ruiz,Juan
|
<XXI
|
Partyóse_Amor_De_Mí_E_Dexóme_Dormir
|
Partyóse Amor de mí e dexóme dormir;
desque vyno el alva, pensé de comedyr
en lo que me castigó; e por verdat dezir,
fallé que en sus castigos usé sienpre vevir.
Maravilléme mucho, quando en todo penssé,
de cómo en servir dueñas todo tienpo non cansé;
muncho las guardé syenpre, nunca me alabé;
¿quál fue la rraçón negra porque non recabé?
Contra mi coraçón sospirando torné,
porfiando le dixe: "Agora yo te porné
con dueña falaguera, e desta vez terné
que sy byen non abengo, nunca más aberné".
Mi coraçón me dixo: "Fazlo e recabdarás,
sy oy non recabdares, torna y luego cras;
lo que en muchos años rrecabado non as,
quando tú non cuydares, en un rrato lo avrás".
Fasaña es usada, proverbio non mintroso:
"más val' rrato acuçioso, que día peresoso";
partíme de tristesa, de cuydado dañoso,
busqué e fallé dueña, de qual so deseoso:
De talle muy apuesta, de gestos amorosa,
doñegil, muy loçana, plasentera, fermosa,
cortés e mesurada, falagera, doñosa,
graçiosa e risuena, amor de toda cosa.
La más noble figura de quantas yo aver pud',
biuda, rrica es muncho e moça de juventud,
e bien acostunbrada: es de Calataút;
de mí era vesina, mi muerte e mi salut.
Fija de algo en todo e de alto linaje,
poco salie de casa, segunt lo an de usaje;
fuyme a doña Venus, que le levase mensaje,
ca ella es comienço e fin d' aqueste viaje.
Ella es nuestra vida e ella es nuestra muerte,
enflaqueçe é mata al rresio e al fuerte,
por todo el mundo tiene muy grant poder e fuerte,
todo por su consejo se fará ado apuerte.
"Señora doña Venus, muger de don Amor,
noble dueña, omíllome yo, vuestro servidor:
de todas cosas sodes vos e el Amor señor,
todos vos obedesçen como a su fasedor.
"Reys, duques e condes e toda criatura
vos temen e vos serven como a vuestra fechura:
conplit los mis deseos, datme dicha e ventura;
non me seades escasa nin esquiva nin dura.
"Non vos pidré grant cosa para vos me la dar;
pero a mí cuytado esme grave de far:
sin vos yo non la puedo començar ni acabar;
yo seré bienandante por lo vos otorgar.
"So ferido e llagado, de un dardo so perdido,
en el coraçón lo trayo ençerrado, ascondido;
non oso mostrar la laga; matarm' a, si la olvido;
e aun desir non osol' nonbre de quien m'a ferido.
"La llaga non se me dexa a mí catar nin ver.
ende mayores peligros espero que an de ser;
reçelo he que mayores dapnos podrán rrecreçer:
física nin melesina non me puede pro tener.
"¿Quál carrera tomaré, que me non vaya matar?
¡Cuytado yo ¿qué faré?, que non la puedo
catar!
derecha es mi querella, rrasón me fase cuytar,
pues que non fallo nada, que me pueda prestar.
"E porque munchas de cosas me enbargan e enpecen,
he de buscar munchos cobros, segunt que me pertenesçen:
las artes munchas vegadas ayudan, oras fallesçen,
por las artes biven munchos e por las artes peresçen.
"Si se descubre mi llaga, quál es, donde fue venir,
si digo quién me ferió, puedo tanto descobrir,
que perderé melesina so' sperança de guarir:
la' sperança con conorte sabes' a veses fallir.
"E si s' encubre del todo su ferida e dolor,
si ayuda non demanda, por aver salut mijor,
por ventura me vernía otro peligro peor:
morría de tod' en todo; nunca vy cuyta mayor.
"Mijor es mostrar el ome su dolençia e quexura
al menge e buen amigo, que l' darán por aventura
melesina e consejo, por do pued' aver folgura;
que non el morir syn dubda e bevir en grant rencura.
"Más fuerte queda el fuego ascondido, encobierto,
que non quando se derrama esparsido, descobierto:
pues este es el camino más seguro e más çierto.
en vuestras manos pongo el mi coraçón abierto.
"Doña Endryna, que mora aquí en mi vezindat,
de fermosura, donayre, de talla e de beldat,
sobra e vençe a todas quantas ha en la çibdat:
si el amor no m' engaña, yo vos digo la verdat.
"Esta dueña me ferió de saet' enarbolada,
atravesó 'l coraçón, en él la trayo fyncada;
con toda la mi grant fuerça non puede ser arrancada,
la llaga más va cresciéndo, del dolor non mengua nada.
"A persona deste mundo yo non la oso fablar,
porque es de grand lynaje, e dueña de buen solar,
es de mejores paryentes que yo, de mayor lugar,
de le dezir mi deseo non m' oso aventurar.
"Con arras e con algos rruéganle cassamientos.
En menos los tiene todos, que dos viles sarmientos:
do es el grand lynaje, son los desdeñamientos,
la grant rriquesa fase grandes ensalçamientos.
"Rica muger e fija de un porquerizo vyl
escogerá marido qual quesiere dellos mill.
Pues que asi non puedo aver la dueña gentil,
averla he por trabajo e por arte sotil.
"Todas estas noblezas me la fazen querer,
e por aquesto a ella non me oso atrever;
otro cobro non fallo, que me pueda acorrer,
synon vos, doña Venus, que lo podedes fazer.
"Atrevyme con locura e con amor afyncado,
muchas vezes gelo dixe, que fynqué muy desdeñado;
non me preçia nada, esto me traye muy cuytado:
sy non fuese mi vesina, non sería tan penado.
"Quanto más está el ome a grand fuego allegado:
tanto muy más se quema, que quando alongado:
tanto mal non me seria, si della fuese rredrado.
¡Ay! señora doña Venus ¡ssea de vos ayudado!
"Ya vos vedes nuestros males e nuestras penas parejas,
sabedes nuestros pelygros, sabedes nuestras conssejas:
¿e non me dades rrespuesta? ¿non oyen vuestras orejas?
¡oytme mansamente las mis cuytas sobejas!
"¿Non veen bien vuestros ojos la mi triste catadura?
tyrat del mi coraçón tal saeta, tal ardura,
e conortadme la llaga con juegos e folgura,
que non vaya syn conorte mi llaga e mi tristura.
"¿Quál es dueña del mundo tan brava e tan dura,
que al suyo tan ferido non le faga mesura?
afyncovos, pediendo con dolor e quexura:
el grand dolor me faze perder salud e cura.
"El color he perdido, mis sesos ya fallesçen,
la fuerça non la tengo, mis ojos non paresçen:
si vos non me valedes, mis miembros enflaquesçen".
Respondió doña Venus: "Los seguidores vençen.
"Ya fueste conssejado del Amor, mi marydo:
dél en muchas maneras fueste aperçebydo:
porque l' fueste sañudo, contigo poco estido,
de lo qu'él non te dixo, de mí será rrepetido.
"Si algo por ventura de mí te fuere mandado,
de lo que mi marido te ovo conssejado,
serás ende más çierto, yrás más
segurado:
mejor es el conssejo, de muchos acordado.
"Toda muger, que mucho otea o es rrysueña,
dyl' sin miedo tus deseos, non te enbargue vergüeña;
a pena de mill una te lo niegue; más desdeña:
aunque la muger calle, en ello piensa e sueña.
"Servila, non te enojes: serviendo el amor creçe,
serviçio en el bueno non muere nin pereçe;
si se tarda, non se pierde: el amor non falleçe,
el grand trabajo sienpre todas las cosas vençe.
"Don Amor a Ovydyo leyó en el escuela:
non ha muger en el mundo, nin grande nin moçuela,
que trabajo e serviçio non la traya al espuela:
que tarde o que ayna, crey' que de ty se duela.
"Non te espantes della por su mala respuesta:
con arte e con serviçio ella la dará apuesta:
que seguiendo e serviendo en este cuydar es puesta:
el ome muncho cavando la gran peña acuesta.
"Si la primera onda de la mar ayrada
espantar' al marynero, quando vyene tornada,
nunca la mar entrara en su nave herrada:
non te espante la dueña la primera vegada.
"Jura muy muchas vezes el caro vendedor
non dar la merchandía, synon por grand valor;
afyncándole mucho artero conprador,
lyeva la merchandía por el buen corredor.
"Servila con grant arte, mucho te la achaca:
el can que mucho lame, sin dubda sangre saca;
maestría e arte de fuerte fazen flaca,
el conejo por maña doñea a la vaca.
"A la muela pesada de la peña mayor
maestría e arte la arranca mijor:
anda por maestría lygera enderedor:
moverse ha la dueña por artero segidor.
"Con arte se quebrantan los coraçones duros,
tómanse las çibdades, derríbanse los muros,
cahen las torres fuertes, álçanse pesos duros,
por arte juran muchos, por arte son perjuros.
"Por arte los pescados se toman so las ondas,
e los pies bien enxutos corren por mares ondas,
con arte e con oficio muchas cosas abondas,
por arte non ha cosa a que tú non rrespondas.
"Ome pobre, con arte, pasa con chico ofiçio,
el arte al culpado salva del malefiçio;
el que llorava pobre, canta ryco en vyçio,
façe andar de cavallo al peón el serviçio.
"Los señores yrados de manera estraña
por el muncho serviçio pierden la muncha saña;
con buen serviçio vençen cavalleros d' España:
vençerse una dueña non es cosa tamaña.
"Non pueden dar los parientes al pariente por herençia
el mester e el ofiçio, el saber nin la ciençia,
non pueden dar de la dueña el amor nin querençia;
todo lo da el trabajo, el uso e la femençia.
"Maguer te diga de non e aunque se te asañe,
non dexes de servirla, tu afán non se te dañe:
fasiéndola serviçio tu coraçón se bañe:
non puede ser que s' non mueva canpana que se tañe.
"Con aquesto podrás a tu amiga sobrar,
la que era enemiga, mucho te querrá amar;
los logares ado suele cada día usar,
aquellos deves tú mucho a menudo andar.
"Sy vyeres que ay lugar, dile juguetes fermosos,
palabras afeytadas con gestos amorosos:
con palabras muy dulçes, con desires sabrosos,
creçen muncho amores e son más desseosos.
"Quiere la mançebya mucho plaser consigo,
quier' la muger al ome alegre por amigo;
al sañudo, al torpe non le preçian un figo:
tristesa e rensilla paren mal enemigo.
"El alegría al ome fazel' apuesto, fermoso,
más sotil e más ardit, más franco e más
donoso;
non olvides los sospiros, en esto sey engañoso;
non seas mucho parlero, no te tenga por mintroso.
"Por una pequeña cosa pierde amor la muger,
e por pequeña tacha, qu' en ty podría aver,
tomará tan gran enojo, que t' querrá aborresçer:
a ty mesmo contesçió e podrá acaesçer.
"Ado fablares con ella, sy vyeres que ay lugar,
poquillo como a miedo non dexes de jugar;
muchas vezes cobdiçia lo que te va negar,
dart' ha lo que non coydas, sy non te das vagar.
"Toda muger los ama, omes aperçebydos:
más desea tal ome, que todos byenes conplidos;
han muy flacas las manos, los calcañares podridos,
lo poco e lo mucho fáçenlo como amidos.
"Por mejor tyen' la dueña de ser un poco forçada;
que dezir: "faz tu talente," como desvergonçada;
con poquilla de fuerça fynca más desculpada:
en todas las animalyas esta es cosa provada.
"Todas las fenbras han en sy estas maneras:
al comienço del fecho syenpre son rreferteras,
muestran que tienen saña e son muy rregateras,
amenasan; mas no fieren: en çelo son arteras.
"Maguer que faze bramuras la duena, que se doñea,
nunca 'l buen doñeador por esto enfaronea:
la muger byen sañuda e qu' el ome byen guerrea,
los doñeos la vençen, por muy brava que sea.
"El miedo e la vergüença faze a las mugeres
non fazer lo que quieren byen, como tú lo quieres:
non fynca por non querer: tu cadaque podieres,
toma, pues, de la dueña lo que della quisieres.
"De tuyo o de ageno vele byen apostado,
guarda non lo entyenda que lo lyevas prestado:
que non sabe tu veçino lo que tyenes condesado:
encubre tu pobleza con mentyr colorado.
"El pobre con buen seso e con cara pagada
encubre su pobreza e su vyda lazrada,
coge sus muchas lágrimas en su boca çerrada:
Más val', que fazerse pobre, a quien no l' darán nada.
"La mentyra a las vezes a muchos aprovecha,
la verdat a la devezes munchos en daño echa:
muchos caminos ataja desviada estrecha,
ante salen a la peña, que por carrera derecha.
"Quando vyeres algunos de los de su conpaña,
fazles muchos plazeres, fáblales bien con maña:
quando lo sabe la duena, su coraçón se baña;
servidor ligongero a su señor engaña.
"Do son muchos tyzones e muchos tyzonadores,
mayor será el fuego e mayores los ardores:
do muchos le dixieren tus bienes e tus loores,
mayor será tu quexa e sus desseos mayores.
"En quanto están ellos de tus bienes fablando,
luego está la dueña en su coraçón penssando
sy lo fará o non: en esto está dubdando;
desque vieres que dubda, vela tú afyncando.
"Sy no l' dan de las espuelas al cavallo farón,
nunca pierde faronía nin vale un pepión;
asno coxo, quando dubda, corre con el aguijón:
a muger qu' está dubdando, afynquela el varón.
"Desque están dubdando los omes qué han de fer,
poco trabajo puede sus coraçones vençer:
torre alta, desque tyenbla, non ay synon caer:
la muger qu' está dubdando, lygera es de aver.
"Ssy tyene madre vieja tu amiga de beldat,
non la dexara fablar contigo en poridat:
es de la mançebya celosa la vejedat:
sábelo e entyéndelo por la antigüedat.
"Mucho son malsabydas estas viejas riñosas,
muncho son de las moças guardaderas celosas,
sospechan e barruntan todas aquestas cosas;
byen sabe las paranças, quien pasó por las losas.
"Por ende búsca tú una buena medianera,
que sepa sabiamente andar esta carrera,
que entienda de vos anbos byen la vuestra manera:
qual don Amor te dixo, tal sea la trotera.
"Guárdate, non la tengas la primera vegada,
non acometas cosas porque fynque espantada,
syn su plaçer non sea tanida nin trexnada;
una vez échale çevo, que venga segurada.
"Asaz te he ya dicho, non puedo más estar;
luego que tú la vieres, comiença l' de fablar,
mill tienpos e maneras podrás después fallar:
el tyenpo todas cosas trae a su lugar.
"Amigo, en este fecho, ¿qué quieres más que te
diga?
sey sotil e acuçioso e avrás tu amiga;
non quiero aquí estar, quiérome yr my vya".—
Fuese ende doña Venus, a mí dexó en fadiga.
Ssyl' conortan, no lo sanan al doliente los joglares:
el dolor cresçe, non mengua, oyendo dulçes cantares;
consejóme dona Venus; mas non me tyró pesares,
otr' ayuda non me queda, synon lengua e parlares.
Amigos, vo a grand pena e so puesto en la fonda,
vo a fablar con la dueña, ¡quiera Dios bien me responda!
púsome el marinero ayna en la mar fonda,
dexome sólo, señero, syn remos con la blav' onda.
¡Coytado! ¿Escaparé? grand miedo he de ser muerto;
oteo a todas partes e non puedo fallar puerto;
toda la mi esperança e todo el mi confuerto
está en aquella sola, que m' trahe penado, muerto.
Ya vó razonar con ella, quiero l' dezir mi quexura,
porque por la mi fabla venga a fazer mesura;
deziéndole de mis coytas, entenderá mi rencura:
a vezes de chica fabla viene mucha folgura.
|
es
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Neruda,Pablo
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<XXI
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Años_Tuyos_Que_Yo_Debí_Sentir
|
Años tuyos que yo debí sentir
crecer cerca de mí como racimos
hasta que hubieras visto cómo el sol y la tierra
a mis manos de piedra te hubieran destinado,
hasta que uva con uva hubieras hecho
cantar en mis venas el vino.
El viento o el caballo
desviándose pudieron
hacer que yo pasara por tu infancia,
el mismo cielo has visto cada día,
el mismo barro del invierno oscuro,
la enramada sin fin de los ciruelos
y su dulzura de color morado.
Sólo algunos kilómetros de noche,
las distancias mojadas
de la aurora campestre,
un puñado de tierra nos separó, los muros
transparentes
que no cruzamos, para que la vida,
después, pusiera todos
los mares y la tierra
entre nosotros, y nos acercáramos
a pesar del espacio,
paso a paso buscándonos,
de un océano a otro,
hasta que vi que el cielo se incendiaba
y volaba en la luz tu cabellera
y llegaste a mis besos con el fuego
de un desencadenado meteoro
y al fundirte en mi sangre, la dulzura
del ciruelo salvaje
de nuestra infancia recibí en mi boca,
y te apreté a mi pecho como
si la tierra y la vida recobrara.
|
es
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Nervo,Amado
|
<XXI
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Regnum_Tuum
|
Fuera, sonrisas y saludos,
vals, esnobismo de los clubs,
mundanidad oropelesca.
Pero al volver a casa, tú.
En el balcón, en la penumbra,
vueltos a los ojos al azul,
te voy buscando en cada estrella
del misterioso cielo augur.
¿Desde qué mundo me contemplas?
¿De qué callada excelsitud
baja tu espíritu a besarme?
¿Cuál el astro cuya luz
viene a traerme tus miradas?
¡Oh qué divina es la virtud
con que la noche penetra
bajo su maternal capuz!
Hasta mañana, salas frívolas,
trajín, ruidos, inquietud,
mundanidad oropelesca,
poligononales fracs, abur.
Y tú, mi muerta, ¡buenas noches!
¿Cómo te va? ¿Me amas aún?
Vuelvo al encanto misterioso,
a la inefable beatitud
de tus lejanos besos místicos.
¡Aquí no reinas más que tú!
mundanidad
mundanidad
|
es
|
Alcázar,Baltasar_del
|
<XXI
|
Si_Subiera_Mi_Pluma_Tanto_El_Vuelo
|
Si subiera mi pluma tanto el vuelo,
que al deseo igualara que la inclina
a celebrar, carísimo Cetina,
cuanto bien sobre vos derrama el Cielo,
viérades, en honor del patrio suelo,
la clara fama, que la rueda empina,
del gran hijo de Tetis, como indigna,
cubierta a vuestros pies de negro velo.
Mas ya que el hado le negó esta palma
al tardo ingenio, porque tal supuesto
pide más alta y numerosa suma,
yo os celebro, señor, dentro en mi alma,
donde os veréis en aquel punto puesto,
do no llegó el ingenio ni la pluma.
|
es
|
Pombo,Rafael
|
<XXI
|
Último_Instante_Del_Año...
|
Cuando pronto a hundirse el buque
En deshecha tempestad,
No asoma esperanza alguna
Sobre el desierto del mar;
Y arrasada la cubierta
Al golpe del huracán,
Ya cruje el casco en las fauces
Del negro monstruo voraz;
Los míseros pasajeros
Apiñanse con afán
Y en tierno grupo abrazados
Aguardan la hora fatal;
Así en este gran momento,
Cuando un año expira ya,
Busco ansioso en torno mío
Los ídolos de mi hogar.
Mis padres, mis cinco hermanos,
Santo grupo ¿dónde estáis
Para abrazarnos y hundirnos
O salvarnos a la par?
...No hallo a ninguno ¡oh tormento!
¡Oh cruel ausencia letal!
Y sólo en alas del alma
Mi llanto a buscarlos va.
Pero Dios me ha deparado
Un nuevo amor: la amistad,
Y otra madre y otro hermano,
Que comparten mi pesar.
Y abrazándome con ellos,
Del año al borde fugaz,
Imploramos sobre todos
La bendición celestial.
Bien puede hundirse la nave,
Las almas no se hundirán;
Para el amor y el recuerdo
No hay tumba, no hay tempestad.
Y este tesoro infinito
Que oculto en nosotros va,
Retornará con nosotros
A su alta mina inmortal.
todos
|
es
|
Borges,Jorge_Luis
|
<XXI
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Resbalo_Por_Tu_Tarde_Como_El_Cansancio_Por_La_Piedad_De_Un_Declive
|
Resbalo por tu tarde como el cansancio por la piedad de un declive.
La noche nueva es como un ala sobre tus azoteas.
Eres el Buenos Aires que tuvimos, el que en los años se alejó quietamente.
Eres nuestra y fiestera, como la estrella que duplican las aguas.
Puerta falsa en el tiempo, tus calles miran al pasado más leve.
Claror de donde la mañana nos llega, sobre las dulces aguas turbias.
Antes de iluminar mi celosía tu bajo sol bienaventura tus quintas.
Ciudad que se oye como un verso.
Calles con luz de patio.
|
es
|
García_Montero,Luis
|
<XXI
|
Si_Alguna_Vez_La_Vida_Te_Maltrata
|
Si alguna vez la vida te maltrata,
acuérdate de mí,
que no puede cansarse de esperar
aquel que no se cansa de mirarte.
|
es
|
Chocano,José_Santos
|
<XXI
|
Sobre_La_Pampa_Ruedan_Presagios_De_Clarines
|
Sobre la pampa ruedan presagios de clarines.
Brinca una mancha informe contra la inmensidad
dijérase una nube que crece en los confines
y crece... crece... crece... como una tempestad.
Es en el horizonte: flota en la raya leve
del llano en que se juntan el verde y el azul.
Un grupo de centauros resalla al fin: se mueve
entre una polvareda como entre un fino tul.
El grupo avanza a escape, con épicos fragores;
y cunden, entre tanto, la trémula extensión
clarines primitivos y parches tronadores
con onomatopeyas de bárbara canción.
En fugitivos potros, intrépidos salvajes
se acercan. La llanura conmuévese a sus pies.
Huracanado viento les chafa los plumajes
y oblicuo Sol les dora la lanza y el pavés.
Sobre el temblor de pánico en la llanura vasta,
avíspanse los potros al grito del clarín,
relinchan orgullosos del timbre de su casta
y juegan con los dedos que se hunden en su crin.
Cuando se acerca el grupo, se miran en las lanzas
decapitadas testas de insultativa faz,
con gestos en que vibran enérgicas venganzas
y cabelleras dadas al ábrego fugaz...
Se ve una lanza, entonces, que hasta los cielos crece
la del que viene avante con preferente rol.
El Sol cae en su punta; y así es cómo parece
que la primera lanza trae ensartado al Sol.
|
es
|
Burgos,Julia_de
|
<XXI
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Me_Dijeron_Golondrina...
|
Me dijeron golondrina...
Se soltaron las auroras, castas
como gotas de invierno, hasta mi nueva claridad.
No hubo quien le dijera adiós al último mensaje de la nube.
Era mi vida una vanguardia alada de brisas conteniendo los arroyos del cielo.
A mis pies, desbordado, vagaba el universo...
Tú ibas sordo de brumas,
adyacente a ti mismo, y sin saberlo,
como una retaguardia de luz por mi sendero.
Nadabas en las noches sobre todos mis pétalos,
y aún no eras posible.
Mis trenzas enlazaban las vértebras inermes de tus sueños cansados.
Hasta quise prestarte mis alas, intercósmicas
para verte en los ojos margaritas y estrellas.
Tú ibas lento de espacio,
adyacente a ti mismo,
en mansa retaguardia de luz por mi sendero.
Aún no eras posible.
El viento huracanado te acercaba a mi sueño.
¡Aquello era agonía!
Hacia allá iban mis brizas destrenzando los vientos.
¿Que castidad de selva evitaba a tus brazos desnudarse en mis cielos?
¿Qué mariposa núbil no hubiera destrozado sus alas esperándote?
¿Por qué mi voz delante, durmiendo a las estrellas,
cuando el amor llamaba a mis espaldas?
Aquello era agonía.
Más tarde, un golpecito de luz, como paloma,
se irguió desde mis párpados y tropezó tu vida.
Se oyó sobre los aires
como un desplazamiento de auroras y de remos.
Una quietud de nido me sujetó las manos,
y se me fueron riendas, y carruajes, y vuelos.
El viento huracanado,
se quitó las sandalias,
y las puso en tu pecho.
|
es
|
Sevylla_de_Juana,Pedro
|
XXI
|
Veinticinco
|
Empujadas por el viento se concentraban las candentes nubes, yendo hacia la individualidad desde la nada; y ya, anhelante, mi tierra se esponjaba.
Se entibiaba el magma y los cuatro elementos forzaban su separación, estaba aún enrollada la alfombra de los
días, la justicia dormía el sueño de los justos y mi tierra en celo esperaba receptiva.
Peñas gigantescas de un rojo muy vivo, vagaban por el espacio sin fondo iniciando los planetas huidizos; el piar de los gorriones ni
siquiera era un proyecto, lo mismo que la blasfemia, la retórica o al quebrantahuesos; y la fecundidad de mi tierra, crecía en silencio.
Se fue abriendo en surcos recipientes, la tierra inerte del principio, y con el aliento humano y el sudor de la frente, nació en ellos
el austero trigo, amanecer de pan y de simiente.
|
es
|
Guillén,Jorge
|
<XXI
|
En_Régimen_Continuo_De_Entereza
|
En régimen continuo de entereza,
Imposibles los cálculos o embrollos,
No sabías contarte el dulce cuento
Que a tu propia figura complaciese,
Ni apenas atendías a tu ser,
Toda entregada a los que amaste mucho,
Bajo un mirar muy claro. Sonreías
Hasta en la voz.
Trascurre alguna hora.
Sin insistir sugieres desde un margen
Que es tuyo: perfilada, la ironía
Se insinúa pasando con un vuelo
Piadoso. Lees, lees. Al piano
Retornas y, sutil, leyendo aún
Descifras. No, no habrá.
|
es
|
Coronado,Carolina
|
<XXI
|
Las_Torres_Han_Temblado_Sacudidas
|
Las torres han temblado sacudidas,
las casas se han movido en sus cimientos,
las piedras y columnas desprendidas
hieren los inseguros pavimentos.
¡Mirad!... Mirad los templos derrumbarse
en masas enormísimas despresos
que abajo con estruendo al desplomarse
estallan de mil víctimas los huesos...
Allá baja el anciano desplomado
de su morada envuelto entre el escombro,
allí el joven sostiene ensangrentado
el quebrantado cráneo sobre el hombro.
Allá prensada expira la doncella
bajo ruina, aquí piedra furiosa
la tierna boca del infante estrella
contra el seno materno en que reposa.
Allá generaciones desparecen
por horroroso incendio devastadas,
las negras llamas con el pasto crecen
de las hirvientes carnes abrasadas...
Ruinas, incendio, súplicas, gemidos
alzan un hondo prolongado trueno,
¡ruinas, incendios, llantos, alaridos
la tierra absorbe en su rasgado seno!
Cuando el estruendo horrible haya cesado,
cuando la luna venga tristemente
a visitar al pueblo sepultado,
veréis alzarse entre el escombro hirviente
Mil sombras que gimiendo errantes giran...
¡Oh... no huyáis... no tembléis!... no son los
muertos,
son huérfanos, son madres que suspiran
en torno a los sepulcros entreabiertos.
|
es
|
Fuertes,Gloria
|
<XXI
|
Dios,_Manda_A_Tus_Reyes_Magos
|
Dios, manda a tus Reyes Magos
esta noche de enero
a que nos echen tiernos rapapolvos.
Échales un amor a las pobre solteronas,
una ilusión a los aristócratas,
una honradez a los pobres políticos
y quítales el miedo a los millonarios.
Vamos Señor tú puedes,
porque estás más allá y más acá de
tus altares,
y más cerca del circo.
|
es
|
Bernárdez,Francisco_Luis
|
<XXI
|
Amor_Antiguo,_Cuya_Sombra_Empaña
|
Amor antiguo, cuya sombra empaña
Mi cariñosa propensión de ahora,
Eres como una sombra de montaña
Sobre el encendimiento de la aurora.
Amor antiguo, cuya pesadumbre
Traba la agilidad de mi alegría,
Eres la tiranía de la cumbre
Contra la libertad del mediodía.
Amor antiguo, cuya voz sofoca
La nueva vocecita del cariño,
Eres palabra de proyecta boca
En una boca inédita de niño.
Amor antiguo, cuyo sentimiento
Hace caber el mundo en nuestro llanto,
Eres el alma convertida en viento
Y eres el viento convertido en canto.
Amor antiguo, cuya remembranza
Cada amorosa perspectiva cierra,
Eres esa emoción que sólo alcanza
Quien se acuerda del mar desde la tierra.
|
es
|
Bañuelos,Juan
|
<XXI
|
Noticia
|
Cada día al llegar a la oficina
Saludamos con ese ademán
Dejado a la costumbre,
Nos miramos la risa polvorienta,
Queremos que alguien hable por teléfono
Y callamos.
Los días van escribiendo en nosotros, nos sellan como actas de juzgado
Y luego hablamos de ellos
Como si fueran personas conocidas.
He aquí que sentamos
En nuestra mesa a la hora más grave
Y le damos un trato de recién venida.
(Nadie nos preguntó al llegar
Si sabíamos mucho, si ignorábamos,
O si nada más éramos herederos del ojo del espanto).
Y esto es de siempre.
Hoy tengo la cara del niño enfermo
Que no quiere comer, ni jugar
Y que habla a solas.
Con ternura me estoy cosiendo los ojos,
Me estoy peinando la sangre
Como un cabello espeso.
Mientras me digo cosas que ya olvido,
Mientras husmeo la basura en la calle
A través de vidrios movidos por las moscas,
Leo, como viniendo de un viaje
«Dos cosmonautas rusos giran
Alrededor de la tierra».
Tengo vergüenza de estar triste.
Estallo.
«Dos cosmonautas rusos giran
Alrededor de la tierra».
|
es
|
Martí,José
|
<XXI
|
Poética
|
La verdad quiere cetro. El verso mío
Puede, cual paje amable, ir por lujosas
Salas, de aroma vario y luces ricas,
Temblando enamorado en el cortejo
De una ilustre princesa o gratas nieves
Repartiendo a las damas. De espadines
Sabe mi verso, y de jubón violeta
Y toca rubia, y calza acuchillada.
Sabe de vinos tibios y de amores
Mi verso montaraz; pero el silencio
Del verdadero amor, y la espesura
De la selva prolífica prefiere:
¡Cuál gusta del canario, cuál del águila!
|
es
|
Juarroz,Roberto
|
<XXI
|
Séptima_Poesía_Vertical._Número_16
|
¿Es la poesía un pretexto de la locura?
¿O es la locura un pretexto de la poesía?
¿O las dos son un pretexto de otra cosa,
de otra cosa excesivamente justa
y que no puede hablar?
|
es
|
Slée-Egúsquiza,Luis_Esteban
|
XXI
|
Esquinita_Linda
|
Esquinita linda,
Testigo de mis amores,
Cada vez que paso,
Me pongo a gozar.
Volveré pronto al Cusco Imperial,
A esa esquina en San Blas,
Tandapata y Hatunrumiyoc,
Encontraré mi chola escondida,
Volveré a gozar y crecer.
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es
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Jiménez,Juan_Ramón
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<XXI
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Me_Colmó_El_Sol_Del_Poniente
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Me colmó el sol del poniente
el corazón de onzas doradas.
Me levanté por la noche
a verlas.
¡No valían nada!
De onzas de plata la luna
del alba me llenó mi alma.
Cerré mi puerta en el día
por verlas.
¡No valían nada!
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es
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Montobbio,Santiago
|
<XXI
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Póstumo
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De todos mis amigos
yo tuve la muerte más extraña:
con el alma dislocada
fui silencio por la página.
con el alma dislocada
fui silencio por la página.
|
es
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Nervo,Amado
|
<XXI
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Si_Tras_El_Negro_Muro_De_Granito
|
Si tras el negro muro de granito
de la muerte hay un mundo, un más allá,
al cruzar el dintel del infinito
mi pregunta primer, mi primer grito,
ha de ser: “Y ella, y ella, ¿dónde está?”
Y una vez que te encuentre, penetrado
de una inmensa y sublime gratitud
para quien quiso fuera de ti amado
y me permite haberte recobrado,
¡a qué pedir más beatitud!
|
es
|
Rossetti,Ana
|
<XXI
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Y_Yo,_Que_En_Pequeñas_Partículas
|
Y yo, que en pequeñas partículas
dormitaba en el fondo de mis ojos
al momento afloré.
Y creo que él me vio.
Antes de volver a sedimentarse en lo profundo me vio.
Aparecí como un círculo que danza,
como franja de vasija,
y en cada figura me mostraba diversa.
Aparecí como un cortejo de mujeres distintas,
y el rostro de cada una era el genuino.
Aparecí, y al instante, me desvanecí como un trasgo.
Pero creo que él me vio.
Y aun así quise regresar, asomarme,
contemplarlo con mis innumerables ojos,
abrumarlo con las múltiples imágenes, todas verdaderas,
con el recitado de mis muchos nombres;
consentirle de nuevo sorprenderme,
revelarme bajo mi única
apacible
e invariable máscara.
Sí, eso quise.
|
es
|
Pombo,Rafael
|
<XXI
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Una_Lágrima_De_Angelita
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He admirado siempre en ti
La belleza de los ojos,
Esa que en vivos sonrojos
Se enciende hablándote así;
Mas hoy, cuando dar te oí
En congojosa efusión
Un adiós, admiré el don
Mejor que naturaleza
Te pudo hacer: la belleza
Sin fin, la del corazón.
La primera es sol de un día,
Rosa de una primavera,
Y ¡ah! si tan breve no fuera,
Flor de otro mundo sería.
La otra, siempre en medio día,
Ignora el viento y el hielo,
Y si este lóbrego suelo
Aromatiza y encanta,
Es porque Dios la trasplanta
De los jardines del cielo.
Sabio el Señor la escondió
En invernáculo ardiente
Donde ni cierzo inclemente
Ni osada mano alcanzó;
Pero en su bondad mandó
Que oprimiese a veces tanto
Su propio fuego aquel santo
Cáliz, que brotase dél
Lo que en flor del mundo es miel
Y en flores del cielo, llanto.
Bella es, y rica en valor,
La perla luciente y blanca
Que del mar al fondo arranca
Su atrevido explorador,
Mas ¿quién no precia mejor
La que del fondo divino
De un corazón femenino
Arranca el dolor crüel,
Prenda y testigo el más fiel
Del afecto más genuino?
Si nada cual la primera
Orna gentil y abrillanta
Una mórbida garganta
O una oriental cabellera,
La otra brilla donde impera
Vuestra dulzura o crueldad,
Y allí añade a la beldad
De la mujer la hermosura
Del ángel, la magia pura
De la sensibilidad.
La perla del mar vale oro,
Y al comprarla él la pagó;
Mas ¿qué tesoro compró
De un corazón el tesoro?
Es su moneda ese lloro
Que el interés falsifica,
Pero cuando significa
El corazón que la da,
Solamente otro podrá
Alhaja pagar tan rica.
Cuando a encantarnos conspiran
Dios y la naturaleza,
Y en una misma belleza
Las dos bellezas se admiran,
Cuando en ti mis ojos miran
Luz que entre llanto destella.
Yo exclamo: «nunca más bella
Saliste del tocador;
Nunca vi perla mejor
Ni en mejor lugar que aquélla».
Alma en que hay tanta ternura
Y que tales perlas da,
No menos aprecio hará
De su mejor hermosura;
Y puede vivir segura
De mi noble admiración:
Que es de poetas misión
Y su más gloriosa palma
El ser joyeros del alma,
Mineros del corazón,
Para ser original,
Tu otra belleza no canto,
Se elogia ella misma tanto
Que yo lo hiciera muy mal,
Y ¿en qué mágico raudal
Mojo esta pluma que acierte
A dar las tintas que vierte
El cielo en ti? ¿Qué expresiones
Dan tu expresión? ¿En renglones
Quién esas líneas convierte?
Lo más que puedo ensayar
Es ver si enlazo a la historia
De tu llanto la memoria
De aquel que te vio llorar;
Mas si esto es poco a salvar
Mi recuerdo, apelo aquí
A un talismán que de ti
No hay cosa que no consiga:
El recuerdo de esa amiga
Por quien llorando te vi.
tintas
expresión?
líneas
|
es
|
Flores,Manuel_María
|
<XXI
|
En_El_Baño
|
Alegre y sola en el recodo blando
que forma entre los árboles el río
al fresco abrigo del ramaje umbrío
se está la niña de mi amor bañando.
Traviesa con las ondas jugueteando
el busto saca del remanso frío,
y ríe y salpica el glacial rocío
el blanco seno, de rubor temblando.
Al verla tan hermosa, entre el follaje
el viento apenas susurrando gira,
salta trinando el pájaro salvaje,
el sol más poco a poco se retira;
todo calla... y Amor, entre el ramaje,
a escondidas mirándola, suspira.
Traviesa con las ondas jugueteando
el busto saca del remanso frío,
y ríe y salpica el glacial rocío
el blanco seno, de rubor temblando.
Al verla tan hermosa, entre el follaje
el viento apenas susurrando gira,
salta trinando el pájaro salvaje,
el sol más poco a poco se retira;
todo calla... y Amor, entre el ramaje,
a escondidas mirándola, suspira.
Al verla tan hermosa, entre el follaje
el viento apenas susurrando gira,
salta trinando el pájaro salvaje,
el sol más poco a poco se retira;
todo calla... y Amor, entre el ramaje,
a escondidas mirándola, suspira.
el sol más poco a poco se retira;
todo calla... y Amor, entre el ramaje,
a escondidas mirándola, suspira.
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es
|
Verduzco,Sergio
|
XXI
|
Esa_Luz
|
Esa luz
que se oculta tras no ser comprendida
cada día de cada quien, de los que estamos
—devorados de ignorancia—
perdidos en el mundo a ser realidad.
Esa luz que no vemos
puede hacernos libres
de nosotros mismos,
esa luz
es una cúspide
de la espiral pirámide interior
que es la existencia en cada quien
mientras vive.
De esa luz venimos a ser
antes del recuerdo
a vivir,
para expresar la vida y ser ella: la vida
expresada por si misma en el mi de cada yo;
¡en el todo y cada cual de los hechos naturaleza cuerpo
a fin de existir en el mundo, viviéndolo...!
Vengo hecho cuerpo,
para ser devorado por el tiempo,
para ser —entre alegrías y tristeza—
triunfos y fracaso,
dolores espantosos y placeres exquisitos; y todo por que quise
para extenderme a toda la anchura de la vida
hasta quebrarme y morir.
Soy cuerpo
para que la bella naturaleza y las acciones de los hombres
alimenten, desde mi corazón y sentidos
la emoción de ser y sentir, de comprenderlos.
Ser
para que, en el sabio uso de la razón,
desde el cuerpo busquemos nuestra identidad
y la finquemos —por ideas— con valores y humanismo.
Ser desde el cuerpo
para que con actos caminemos por nuestra verdad histórica
y podamos cumplir con la misión
para la cual fuimos creados
siguiendo esa luz...
Esa luz que no vemos
puede hacernos libres
de nosotros mismos,
esa luz
es una cúspide
de la espiral pirámide interior
que es la existencia en cada quien
mientras vive.
De esa luz venimos a ser
antes del recuerdo
a vivir,
para expresar la vida y ser ella: la vida
expresada por si misma en el mi de cada yo;
¡en el todo y cada cual de los hechos naturaleza cuerpo
a fin de existir en el mundo, viviéndolo...!
Vengo hecho cuerpo,
para ser devorado por el tiempo,
para ser —entre alegrías y tristeza—
triunfos y fracaso,
dolores espantosos y placeres exquisitos; y todo por que quise
para extenderme a toda la anchura de la vida
hasta quebrarme y morir.
Soy cuerpo
para que la bella naturaleza y las acciones de los hombres
alimenten, desde mi corazón y sentidos
la emoción de ser y sentir, de comprenderlos.
Ser
para que, en el sabio uso de la razón,
desde el cuerpo busquemos nuestra identidad
y la finquemos —por ideas— con valores y humanismo.
Ser desde el cuerpo
para que con actos caminemos por nuestra verdad histórica
y podamos cumplir con la misión
para la cual fuimos creados
siguiendo esa luz...
De esa luz venimos a ser
antes del recuerdo
a vivir,
para expresar la vida y ser ella: la vida
expresada por si misma en el mi de cada yo;
¡en el todo y cada cual de los hechos naturaleza cuerpo
a fin de existir en el mundo, viviéndolo...!
Vengo hecho cuerpo,
para ser devorado por el tiempo,
para ser —entre alegrías y tristeza—
triunfos y fracaso,
dolores espantosos y placeres exquisitos; y todo por que quise
para extenderme a toda la anchura de la vida
hasta quebrarme y morir.
Soy cuerpo
para que la bella naturaleza y las acciones de los hombres
alimenten, desde mi corazón y sentidos
la emoción de ser y sentir, de comprenderlos.
Ser
para que, en el sabio uso de la razón,
desde el cuerpo busquemos nuestra identidad
y la finquemos —por ideas— con valores y humanismo.
Ser desde el cuerpo
para que con actos caminemos por nuestra verdad histórica
y podamos cumplir con la misión
para la cual fuimos creados
siguiendo esa luz...
Vengo hecho cuerpo,
para ser devorado por el tiempo,
para ser —entre alegrías y tristeza—
triunfos y fracaso,
dolores espantosos y placeres exquisitos; y todo por que quise
para extenderme a toda la anchura de la vida
hasta quebrarme y morir.
Soy cuerpo
para que la bella naturaleza y las acciones de los hombres
alimenten, desde mi corazón y sentidos
la emoción de ser y sentir, de comprenderlos.
Ser
para que, en el sabio uso de la razón,
desde el cuerpo busquemos nuestra identidad
y la finquemos —por ideas— con valores y humanismo.
Ser desde el cuerpo
para que con actos caminemos por nuestra verdad histórica
y podamos cumplir con la misión
para la cual fuimos creados
siguiendo esa luz...
Soy cuerpo
para que la bella naturaleza y las acciones de los hombres
alimenten, desde mi corazón y sentidos
la emoción de ser y sentir, de comprenderlos.
Ser
para que, en el sabio uso de la razón,
desde el cuerpo busquemos nuestra identidad
y la finquemos —por ideas— con valores y humanismo.
Ser desde el cuerpo
para que con actos caminemos por nuestra verdad histórica
y podamos cumplir con la misión
para la cual fuimos creados
siguiendo esa luz...
Ser
para que, en el sabio uso de la razón,
desde el cuerpo busquemos nuestra identidad
y la finquemos —por ideas— con valores y humanismo.
Ser desde el cuerpo
para que con actos caminemos por nuestra verdad histórica
y podamos cumplir con la misión
para la cual fuimos creados
siguiendo esa luz...
Ser desde el cuerpo
para que con actos caminemos por nuestra verdad histórica
y podamos cumplir con la misión
para la cual fuimos creados
siguiendo esa luz...
|
es
|
Villacañas,Beatriz
|
XXI
|
Llegaste_Un_Día_Sorprendiendo_A_Todos
|
Llegaste un día sorprendiendo a todos
los que creían ser dueños de su glorioso mundo,
clandestina inocencia
que caminó bajito y de puntillas,
tú jamás revelaste los secretos
de la noche más blanca que haya existido nunca.
Te marchaste
como si hubieras sido la autora de ti misma
y marcaste distancia con aquellos
que te dejaron sola entre los hábitos
—desde tus cuatro años—
de monjas italianas y morenas.
Ahora apareces,
resucitada tú entre todas las muñecas,
con vestido de alma,
a poblar mi jardín de niños muertos
que juegan con la noche al escondite.
¿Has venido a cogerme de la mano?
Si quieres
me convertiré en eco
para caber en tu pequeña muerte.
Mientras, te digo esto:
Allegra,
tienes la risa de las estrellas-sonajero,
que invisibles de día se oyen en tu garganta,
saltas sobre los años
y recorres distancias atravesando tiempos
mientras tus dedos tibios acarician
todos los gatos negros de mi duelo.
Estás aquí. Dejemos
que en el pasado reposen los huesos de las cosas.
Dejemos al dolor y al pensamiento.
Mientras tú y yo jugamos
con estos niños muertos.
|
es
|
Selgas_y_Carrasco,José
|
<XXI
|
Niña_De_Rostro_Galano
|
Niña de rostro galano,
De alba frente y labios rojos,
Que alegre, con aire ufano,
Llevas el alma en los ojos
Y el corazón en la mano;
Flores en copioso don
El mundo que te imaginas
Ofrece a tu corazón;
Flores del mundo, que son
Flores con muchas espinas.
Halaga a tus ojos verlas
Abrir el botón lozano
Que el alba cubre de perlas,
Pero ignoras que al cogerlas
Clavan la espina en la mano.
La de más pompa y color,
La de más sabrosa miel,
La de más rico esplendor,
Esa suele ser la flor
Que hace herida más cruel.
Tal vez a su encanto ceda
Tu corazón, porque ignora,
Sin que adivinarlo pueda,
Que al fin la flor se evapora,
Que la espina siempre queda.
Si en ardiente afán te abrasa
Tu candorosa locura,
No sabe tu ciencia escasa
Que el encanto pronto pasa,
Que la herida no se cura.
Hoy con risueño desdén
Oyes mis consejos mal,
Porque tus ojos no ven
Que es muy pasajero el bien,
Y que la herida es mortal.
Hoy a tu impaciencia ufana
Ofrece el mundo su encanto
En flores de pompa vana;
Mas... ¡qué triste será el llanto,
Con que llorarás mañana!...
Flores son de viva esencia;
¿A cuál tu antojo acomodas?
¿Cuál prefiere tu inocencia?
¡Vamos! tu loca impaciencia
Quisiera cogerlas todas.
Entras alegre en la vida,
Y es vida del mundo esclava;
No sabes, niña querida,
Cómo el encanto se acaba,
Cómo se encona la herida.
Niña de rostro galano,
Faz gentil y labios rojos,
Que inquieta con aire ufano
Llevas el alma en los ojos
Y el corazón en la mano;
Rico en encantos traidores,
El mundo que te imaginas
Te ofrece pompa y colores,
Muchas flores... muchas flores...
Y muchísimas espinas.
|
es
|
García_Cabrera,Pedro
|
<XXI
|
Por_Tus_Agrios_Martirios_Errabundos
|
Por tus agrios martirios errabundos
también el goce tiene su morada.
Se aposenta en el trino de verdura
que alborea un repique de esmeralda,
en la raíz profunda de tus pozos
que ahondan el diamante de las aguas,
en una tibia sombra de palmeras
bajo los quitasoles de sus ramas,
en los huecos de paz de los oasis
abren en las arenas abrasadas,
en el triunfo dorado de los mitos
y las bocas murientes de las jaimas.
Y en un júbilo tierno de indolencia
cruza sobre un recuerdo Scherezade,
con un cántaro lleno de leyendas
y un yatagán dormido en la mirada.
|
es
|
Lugones,Leopoldo
|
<XXI
|
La_Pureza_Celestial
|
La pureza celestial,
Sobre la mar que reposa,
Sutiliza el vago rosa
De una tarde de cristal.
La brisa amores promete,
Y aunque, a ratos mortecina,
Ya es vuelo de golondrina,
Ya rizo de gallardete.
Por el pálido sendero,
La serenidad rosada,
Pasa como suspirada,
Evocando su lucero.
A nuestro embeleso unido,
El matiz de rosa crece,
Y de súbito parece
Que en un beso se ha encendido.
Y al leve rubor que arde
En tu secreto de amor,
Vuélvese en ti viva flor
Todo el rosa de la tarde.
|
es
|
Rodríguez,Claudio
|
<XXI
|
Así_El_Deseo._Como_El_Alba,_Clara
|
Así el deseo. Como el alba, clara
desde la cima y cuando se detiene
tocando con sus luces lo concreto
recién oscura, aunque instantáneamente.
Después abre ruidosos palomares
y ya es un día más. ¡Oh, las rehenes
palomas de la noche conteniendo
sus impulsos altísimos! Y siempre
como el deseo, como mi deseo.
Vedle surgir entre las nubes, vedle
sin ocupar espacio deslumbrarme.
No est en mí, está en el mundo, está
ahí enfrente.
Necesita vivir entre las cosas.
Ser añil en los cerros y de un verde
prematuro en los valles. Ante todo,
como en la vaina el grano, permanece
calentando su labor enardecido
para después manifestarlo en breve
más hermoso y radiante. Mientras, queda
limpio sin una brisa que lo aviente,
limpio deseo cada vez más mío,
cada vez menos vuestro, hasta que llegue
por fin a ser mi sangre y mi tarea,
corpóreo como el sol cuando amanece.
|
es
|
Cabral,Manuel_del
|
<XXI
|
El_Muchacho_Matado_En_La_Farmacia
|
El idioma llegó, dio cuatro voces,
miró al muchácho con sus quince años;
y,
después de balbucear en castellano,
el muchacho entendió, le dio aspirina,
luego el soldado,
caprichoso,
dudoso,
negativo,
libertino y cobarde,
en inglés preguntó
¿y esto es veneno?
Y la sonrisa del muchacho fue
el papelito de su defunción:
una bala en silencio escandaloso
entró borracha al cuerpo del nativo,
que se quedó dormido
como cuando se iba
de vacaciones para ver la novia.
Luego,
un cable del Pentágono diciendo:
«hay que juzgarlo»,
hay que decirle al mundo
que tenemos Justicia...
Sin embargo,
yo sé que el asesino está tranquilo;
todas las noches
lo ven entrar al cine, y el domingo
les cuenta su aventura a los vecinos.
Mientras tanto, deja tu bicicleta, deja de usarla.
Duerme.
Ya sé que estás inquieto debajo de la tierra,
pero no te preocupes pequeño boticario,
que ya tú tendrás tiempo para cobrar tu sueño...
Nadie se pone viejo cuando espera dormido.
|
es
|
Caro,Miguel_Antonio
|
<XXI
|
Su_Imagen
|
Guarda el rico su oro
En honda sepultura:
Yo así el nombre que adoro
Junto con mi ternura
En el pecho atesoro.
Como la sensitiva
Que si acercarse siente
O el aura fugitiva,
O la abeja que liba,
Se cierra de repente;
Mi corazón de todo
Recela de tal modo,
Y no deja que esplenda
Al sol su oculta prenda...
¡Ni que resbale al lodo!
Tengo un sagrario dentro,
Allí imágenes caras;
Cuando en él me concentro,
Placer arcano encuentro
Postrándome a sus aras,
Allí también tu imagen
Cual hecha en mármol dura;
No hay allí ofrenda impura,
No hay pensamientos que ajen
Su angélica hermosura...
Del papel a la mente,
¡Oh versos indiscretos,
Tornad! Mano imprudente,
El alma no consiente
Reveles sus secretos.
¡Tornad, versos! No es dado
Al idioma del hombre
Mil veces profanado,
Llevar puro su nombre
Qae yo en celar me agrado.
No le es dado a ese idioma
Mil veces engañoso,
De mi amor respetoso
Llevar puro el aroma,
Que yo exhalar no oso.
¡Oh silencio querido!
Si alas y voz tuvieras,
Yo haria que allá fueras,
Y mi amor, al oído
Del alma, la dijeras!
Dijérasla que pura,
De insulto vil segura,
Ella en mi pecho vive,
Y el indenso recibe
Santo de mi ternura:
Que aunque nunca ha soñado
El grato modulado
De su voz en mi oído,
Ni a tocar he llegado
La orla de su vestido,
¡Como a deidad clemente
Mi corazón la adora,
Y peregrino, ausente,
Guardaré reverente
Su imagen protectora!
|
es
|
Alcántara_Fernández,Orlando
|
XXI
|
¿Qué_Animal_Soy_Yo_Que_Me_Desvelo?
|
¿Qué animal soy yo que me desvelo?
Parezco un simio-monstruo
Y alado me descuido.
¡Qué hermoso, Dios mío,
que entre nosotros hay bonitos y feos!
Surge deshilachado el rayo de sol
En mis pupilas. Me veo prístino.
Dios es grandioso al crearme imperfecto.
Miro fuerte y duro a través del espejo
En que me descubro y pienso.
Y mi vista es todo un hallazgo.
Quiero amar a todo el mundo
Y abrazarme a ellos
En un enlace eterno y perpetuo.
Soy de Dios un niño mimado.
Y le digo: ¡Padre! ¡Papá! ¡Papacito!
Si tu fueras yo, yo no sería tú.
No soy ni racional ni irracional.
Simplemente en la fe soy supra.
Suprarracional crezco y me embeleso.
Atado al cordón umbilical de mi madre
Resurjo del cieno y soy lapicida.
¡Qué hermoso que Dios me hizo feo!
Así no tengo que presumir y soy ingenuo.
De nada tengo que irradiar verdades;
Pues en mi feúra nadie se conduele.
Sideral: Animal poiético.
¿Qué animal soy y por qué me desvelo?
Cristo es mi Jesús: Tesoro, cardumen y éter".
|
es
|
Olmedo_Baratta,José_Mario
|
XXI
|
Un_Adiós_A_La_"Ch"
|
Te quiero con la "Ch" que han chafarado del alfabeto.
Que dicha la de sentirme querido por una "bicha" chula como vos.
¡Qué dichoso que soy!
Como chichí comiendo bizcocho.
Como chuchito chalado por la chucha "chuleta".
Como chinche picando chanchos.
Como chinito chupando chicha.
Como chalateco haciendo su champa.
Como la chelita chancando el maíz para el chuco.
Como chaparrito creyendo que de chiripa crece.
Como bichos chulones chapoteando en el charco.
Como pelo chuco deseando champú.
Como chambeador esperando su cheque.
Como nosotros chocando en el acto.
Que chocos los cheles chavales que quitaron la "Ch" del alfabeto... ¡No saben piropear con ella!:
Chulada, chelita, cholita, color de chiltota, voz de
chirimía, quisiera ser chupaflor para chuparte toda, ojos
chispeantes, nalgas chirriantes, chichas de chilaquile, estoy chiflado por hacerme chilate con vos chula chelita...
¡Ah! la "Ch".
Chinchilete, yo machete.
|
es
|
Espinoza_Ríos,Eugenio_Elías
|
XXI
|
Llamada_En_Espera
|
aló...
si hay alguien ahí...
será mejor...
...que sepa lo que hace
...que tenga una buena explicación
...que no esté con la caña...
...que conozca el camino a casa
...que tenga seguro de vida
...que tenga un buen pituto
...y que se deje de hueviar po
|
es
|
Subsets and Splits
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