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46 classes
Amigos de sus amigos, ¡qué señor para criados y parientes! ¡Qué enemigo de enemigos! ¡Qué maestro de esforzados y valientes!
12sextilla
Bendice al mismo tiempo que San Pablo, los matrimonios por amor, el diablo.
3couplet
Cuando vi que la dama estaba tan cambiada, “querer si no me quieren —dije— es buena bobada, contestar si no llaman es simpleza probada; apártome también, si ella está retirada.”
9cuaderna_vía
¡Ay, que me dice tu animoso pecho que tus atrevimientos mal regidos te ordenan algún caso desastrado al romper de tu Oriente!
37estrofa_francisco_de_la_torre
La campana de aldea Le dice con su voz, Al pájaro, que crea.
10tercetillo
todo ansia, todo ardor, sensación pura y vigor natural; y sin falsía, y sin comedia y sin literatura...: si hay un alma sincera, esa es la mía.
7serventesio
El seteno gozo digo, Si sois de mi parecer, Que es gustado. Si el amiga y el amigo, Vinieren a poseer Lo deseado.
31estrofa_manriqueña
El santo amor, castísimos amores; la dulce paz, su quïetud sabrosa; la guerra amarga, todos sus rigores.
33terceto
Granada, Granada de tu poderío ya no queda nada.
10tercetillo
Yo del todo he ya perdido saber, seso y discreción: fuerza, sentido, razón ya buscan otro partido. Placer de quien favorido era en aquella sazón que vos vi, con tal canción ya de mí se ha despedido:
40copla_arte_menor
No seas ambiciosa de mejor o más próspera fortuna, que vivirás ansiosa sin que pueda saciarte cosa alguna. No anheles impaciente el bien futuro; mira que ni el presente está seguro.
45sexteto_lira
por ti su blanda musa, en lugar de la cítera sonante, tristes querellas usa que con llanto abundante hacen bañar el rostro del amante;
14lira
Un carnívoro cuchillo de ala dulce y homicida sostiene un vuelo y un brillo alrededor de mi vida.
5cuarteta
Todo hombre tiene dos batallas que pelear. En sueños lucha con Dios; y despierto, con el mar.
5cuarteta
Pues sabéis de estos dolores todo el fin en perfectión, ¿quál es la mayor passión, dolor de trueno o de amores? Y dezid, Señor: favores si los gana quien no yerra, o sirviendo sin errores, quál encumbra más la sierra, ¿servir de paz o guerra?
38novena
Hace monseñor versos y rehúsa que no se sepan, y él los comunica con muchos, y a la lengua ajena acusa;
33terceto
Un bello niño de junco, anchos hombros, fino talle piel de nocturna manzana, boca triste y ojos grandes, nervio de plata caliente, ronda la desierta calle. Sus zapatos de charol rompen las dalias del aire, con los dos ritmos que cantan breves lutos celestiales. En la ribera del mar no hay palma que se le iguale, ni emperador coronado ni lucero caminante. Cuando la cabeza inclina sobre su pecho de jaspe, la noche busca llanuras porque quiere arrodillarse. Las guitarras suenan solas para San Gabriel Arcángel, domador de palomillas y enemigo de los sauces. San Gabriel: El niño llora en el vientre de su madre. No olvides que los gitanos te regalaron el traje.
1romance
Cuando tú me mirabas, tu gracia en mí tus ojos imprimían; por eso me adamabas, y en eso merecían los míos adorar lo que en ti vían.
14lira
Y un sueño a la verdad pasa la vida, sueño al principio de dorada lumbre, senda de flores mil fácil subida que a un monte lleva de lozana cumbre; después vereda áspera y torcida, monte de insuperable pesadumbre, donde cansada de una en otra breña, llora la vida y lo pasado sueña.
2octava_real
En la esquinita te espero; chiquilla, como no bengas, aonde te encuentre te pego.
30soleá
De todas esas viejas escoge la mejor, dile que no te mienta, trátala con amor, que hasta la mala bestia vende el buen corredor y mucha mala ropa cubre el buen cobertor.
9cuaderna_vía
Pide quietud el Tracio que es tan fiero, Quietud el Medo, a quien adorna aljaba, Quietud, oh Grosfo, que no compran perlas, Rica púrpura ni oro.
37estrofa_francisco_de_la_torre
Cuando Preciosa el panderete toca, y hiere el dulce son los aires vanos, perlas son que derrama con las manos; flores son que despide de la boca.
24cuarteto
La burla que escuchares no la tengas por vil, la idea de este libro entiéndela, sutil; pues del bien y del mal, ni un poeta entre mil hallarás que hablar sepa con decoro gentil.
9cuaderna_vía
Amor, que me sustentas en tu llama, da fuerza al vuelo presto de mi alma, y, del terreno peso alzando el cuello, inflamarás la luz de sacras hebras; que ya, sin recelar la dura nieve, miro tu claridad con puros ojos.
39sexteto
Siguiendo el placiente estilo a la gran diosa Diana, pasada, o cerca del filo, la hora más meridiana, vi lo que persona humana tengo que jamás no vio Ni Valerio que escribió la gran historia romana.
40copla_arte_menor
No te enfades, ni inquietes, aunque no puedas hallar en los que buscas lo que deseas; pues la fortuna suele siempre andar lejos del que la busca.
27seguidilla_compuesta
aquella prosperidad que en tan alto fue subida y ensalzada, ¿qué fue sino claridad que cuando más encendida fue matada?
12sextilla
Prado de verde imaginación pura, dime que vuelva.
8haiku
El alma que entra allí debe ir desnuda, temblando de deseo y fiebre santa, sobre cardo heridor y espina aguda: así sueña, así vibra y así canta.
7serventesio
Esto ofrezco en aguinando, Señora, esta navidad A vos, por quien ledo ando Sin error y torpedad Al no quiero ni demando Sino vuestra amistad: Con tanto me gozaré.
20septilla
Abren las bocas rabiando de la sangre que han bebido; los colmillos regañando parece que no han comido; por lo que queda en el hato, cada hora en gran rebato nos pone con sus bramidos; desde que hartos, más transidos los veo cuando no cato.
38novena
¿Quién me tiene sin honor? Amor. ¿Quién me tiene sin sentido? Olvido. ¿Quién acaba mi esperanza? Mudanza. Pues que mi pasión no alcanza remedio por ningún modo, hoy me destruyen del todo amor, olvido y mudanza.
0ovillejo
A las aves ligeras, leones, ciervos, gamos saltadores, montes, valles, riberas, aguas, aires, ardores y miedos de las noches veladores.
14lira
Así con la mirada en lo improviso barajando en la mano alas remotas iba el galán lacrándole el aviso de plumas blancas casi gaviotas por las calles que huelen a pintura siempre buscando a ella en cuadratura
34sexta_rima
Vestían de aceituní cotas bastardas bien hechas, y de un fino carmesí raso, las mangas estrechas; las medias partes derechas de vivos fuegos bordadas, y las siniestras sembradas de goldres llenos de flechas.
40copla_arte_menor
Madrid ilustre, cuyo noble seno a España, al orbe siempre ha producido admiración y envidia en tantos héroes, cuantos numera generosos hijos. Gloria, que califican los insignes fastos que han conservado y transmitido blasones y virtudes de Gudieles, Vargas, Lujanes, Dámasos e Isidros. Hermosas damas, de este firmamento luz y esplendor, de cuyos dulces brillos aprenden lucimiento las eternas, claras antorchas de los astros fijos. Órdenes todas del feliz estado, que fuera enorme agravio distinguiros cuando os iguala la suprema dicha, de ser de tan gran Rey vasallos dignos. De Carlos, del cristiano Atlante, ilustre dechado de monarcas, cuyos píos paternales afectos serán pasmo al prolijo proceso de los siglos. Hoy, a escuchar los trágicos acentos de española Melpómene os convido; no disfrazada en peregrinos modos, pues desdeña extranjeros atavíos; vestida sí ropajes castellanos, severa sencillez y austero estilo, altas ideas, nobles pensamientos, que inspira el clima donde habéis nacido. Escuchad de Raquel la desventura copiada mal en los afectos míos, si bien llenos de obsequio y rendimiento y de un constante empeño de serviros. Prestad oído grato a sus quebrantos. ¿Mas qué teme? ¿qué duda el conseguirlo siendo hermosa, y vosotros españoles, infeliz, y vosotros compasivos?
18romance_arte_mayor
Porque te han informado, dices, de que mi pecho te ha ofendido, me has, fiero, condenado. ¿Y pueden, en tu pecho endurecido más la noticia incierta, que no es ciencia, que de tantas verdades la experiencia?
45sexteto_lira
Fue cuando quiso la luna que me enamoré de ti, si tienes, pues, queja alguna no me lo digas a mí: más tarde la traigo aquí, a tus plantas, y, si acaso por fortuna se da el caso de mi amor, que haga un traspaso...
38novena
Ya toda me entregué y dí, y de tal suerte he trocado, que mi Amado es para mí y yo soy para mi Amado.
5cuarteta
Y a mí, ya que prefiero escoger mis derrotas, quiero que me recuerdes derrotado, como quien algo espera más allá de los tiempos y los hechos. Quizás porque haga falta haberlo presagiado o porque, en todo caso, nadie sabe dónde acaban los sueños.
44septeto
Labrador perezoso, vistete aprisa, que después del rosario saldrá la misa.
22seguidilla
Desde que te fuiste, serrana, y no vuelves, no sé qué dolores son estos que tengo, ni dónde me duelen.
26seguidilla_gitana
Inefable, más hermosa que todas las muy hermosas, tesoro de santas cosas, flor, de blanco lirio glosa, abundante, fructuosa, de perfecta caridad, palma de gran humildad, esfuerzo de humanidad, armas de la cristiandad en cualquier ora espantosa.
25décima_antigua
Entre las llamaradas amarillas y verdes se alumbró el lampadario de un sol desconocido, que rasgó las azules llanuras del Oeste y volcó en las montañas, sus fuentes y sus ríos.
7serventesio
Todos los habitantes de la villa, Que tan despavoridos á los montes Trataban de acogerse, larga rienda Sin mas exámen dando á sus terrores; Seguros ya de que infundados eran. Tornado el miedo confianza, corren Para verlos pasar, con gran bullicio Ocupando las calles y balcones. Muchos ancianos al mirar los rostros Del mancebo y del viejo, reconocen Personajes que han visto en otro tiempo, Pero sin recordar cómo ni dónde ; Y un mendigo andrajoso que á los Laras Sirvió de podenquero, y que entregóse, Cuando luego fué echado del palacio, A la embriaguez continua, desde entónces Acá creciendo con la edad el vicio; Dando traspiés, codazos, pisotones. De borracho y mendigo con la audacia Penetró entre la turba. Aproximóse A los dos personajes cordobeses, Y mirando al mancebo, en roncas voces Mal pronunciadas exclamó : "Milagro!!! Y milagro patente!!! — Este es, señores," " Gonzalo, de mis amos el mas chico. Vedle tan mozo y de tan sano porte. Como aquel dia que venció en la justa Al montañés gigante; y este noble" "Anciano que amoroso le conduce, Es el patriarca Abran, Los reconocen Mis ojos, y los ven sin estrellitas. Pues no he catado el vino desde anoche." " Milagro!!! sí..,.milagro, y gran milagro!!!' A tan extraños gritos levantóse Sordo rumor entre la espesa turba, Y apiñándose todos en desórden Sobre aquel que los daba, al conocerle, Rompen en carcajadas. Mas el pobre, A quien mas que ios pies la frente pesa, Entre tantos vaivenes y estrecbones No pudiendo tenerse, cayó al suelo, Y lo regó del vino, que la noche Anterior se bebiera, según dijo, Y á que debió su perspicacia entónces. Efecto sin embargo produjeron Su extraña idea y balbucientes voces. El cordobés mancebo, al escucharlas, De púrpura esmaltó su rostro noble : El del anciano se cubrió de gozo 5 Y á varios de la villa despertóles Recuerdos de lo antiguo; pues al punto La semejanza extraña reconocen. Que hay en talle, semblante y apostura Entre Gonzalo Lar a y aquel joven. Otros que al viejo musulmán observan, Notan que su figura es muy conforme A una estatua antiquísima de mármol, De senador ó cónsul, que de poste En una esquina de la iglesia estaba, Y á qiiien de Abran le daba el vulgo nombre. Advirtióse también, que por las calles Con la certeza va de quien conoce Perfectamente el sitio : circunstancias, Que tomando al momento los colores. Con que las cosas oas comunes vuelve Prodigios la ignorancia de los hombres; Hace de aquellos huéspedes personas Del otro mundo. Pronto acrecentóse Tan rara especie, y adquirió gran cuerpo En la imaginación y en las pasiones Femeniles ; pues viejas y muchachas. Que es Gonzalo aseguran y suponen j El alma de Gonzalo, que vestida De fantásticas formas, y por órden Del justo cielo, á consolar al padre Viene, y á castigar calumniadores. Ya entre la muchedumbre circulaba Con grande asombro de Gonzalo el nombre; Cuando la cabalgada del palacio Llegó á la plaza, y al entrar, paróse. El viejo cordobés, notando al punto Tapiados la alta puerta y los balcones, Y los signos de afrenta y de ignominia, Que al momento cual tales reconoce Retembló, suspiró, y algo le dijo En su arábiga lengua al tierno jóven, Que grande agitación también mostraba; Y picando de nuevo, dirigióse. Sin preguntar á nadie, deí palacio El postigo á buscar, cual quien conoce Perfectamente el edificio; y muda La turba inmensa en confusión siguióle.
18romance_arte_mayor
Uniforme, monótono y cansado es sin duda este mundo en que vivimos. En Oriente de rayos coronado, el sol que vemos hoy, ayer le vimos. De flores vuelve a engalanarse el prado, vuelve el otoño pródigo en racimos, y tras los hielos del invierno frío, coronado de espigas el estío.
2octava_real
Sacuden al surgir las crenchas blondas, áureos velos de espaldas de alabastro, y del estanque en las revueltas ondas al copiarse los cielos y las frondas es flor de luz entre el ramaje el astro.
32quinteto
¡Ricuerdo!... ¡Qué maravilla! cómo andaba la gauchada, siempre alegre y bien montada y dispuesta pa el trabajo... pero hoy al presente... ¡barajo! no se le ve de aporriada.
12sextilla
Los insignes caballeros que murieron en la guerra, no sátiros en la tierra, ni en el mar ninfas en cueros. Las obras dignas de fama cantarás en grave estilo, no las torpezas del Nilo ni mudanzas de una dama.
28copla_castellana
La catedral de Barcelona dice: Se levantan, palmeras de granito, desnudas mis columnas; en las bóvedas abriéndose sus copas se entrelazan, y del recinto en torno su follaje espeso cae hasta prender en tierra, desgarrones dejando en ventanales, y cerrando con piedra floreciente tienda de paz en vasto campamento. Al milagro de fe de mis entrañas la pesadumbre de la roca cede, de su grosera masa se despoja mi fábrica ideal, y es sólo sombra, sombra cuajada en formas de misterio entre la luz humilde que se filtra por los dulces colores de alba eterna
35unknown
Dice mi compañera que no la quiero cuando la miro a la cara el sentío pierdo.
22seguidilla
Soy un cadáver, ¿cuándo me entierran? Soy un viajero, ¿cuándo me voy? Soy una larva que se transforma. ¿Cuándo se cumple la ley de Dios, y soy, entonces, mi blanca niña, celaje y ave, lucero y flor?
39sexteto
El pensamiento cansado del importuno dolor busca el estado mejor (si en amor hay buen estado). Que a un pecho tan lastimado ni la gloria le alimenta, ni la pena le atormenta, que elevada la memoria, ni siente pena, ni gloria, ni el bien, ni el mal le sustenta
13espinela
Siempre te lo estoy dijendo, que no me mande papeles, y tú siempre está escribiendo.
30soleá
Que, cuando con mayor rigor sentencia, ¿qué puede más su dilatada suerte que deshacer la liga y nudo fuerte que a cuerpo y alma tiene inconveniencia?
24cuarteto
Fumo de paz un poquito de buda chupando mate.
8haiku
¡Padre y Maestro excelso! Eres la fuente sana de la verdad que busca la triste raza humana:
3couplet
¡Oh!, si el hombre tal vez lograr pudiera ser para siempre joven e inmortal, y de la vida el sol le sonriera ¡eterno de la vida el manantial! ¡Oh!, como entonces venturoso fuera. Roto un cristal, alzarse otro cristal de ilusiones sin fin contemplaría, claro y eterno sol de un bello día.
2octava_real
la cava honda, chapada, o cualquier otro reparo, ¿qué aprovecha? Cuando tú vienes airada, todo lo pasas de claro con tu flecha.
12sextilla
Lo que no tiene el hombre siempre desea; pero así que lo logra ya lo desprecia: esto ver hace, que los bienes terrenos no satisfacen.
27seguidilla_compuesta
Avaro miserable es el que encierra, la fecunda semilla en el granero, cuando larga escasez llora la tierra.
33terceto
Tras él, el capitán PEDRO TAMAYO venía, y, aunque enfermo de la gota, fue al enemigo asombro, fue desmayo;
33terceto
¿Quién dio a los Santos el ser? No ser. ¿Y quién les dio tal riqueza? Pobreza. ¿Y quién causó su contento? Tormento. Pues echando tal cimiento, seguro está el edificio, pues le sustenta en su quicio no ser, pobreza y tormento
0ovillejo
Hijo e mis entrañas, hijo er corasón; como te acuestas te acuestas yorando, me acostaba yo.
26seguidilla_gitana
Aquél de amarillez marchita y santa, que le encubre de lauro aquella rama y aquella hojosa y acopada planta,
33terceto
¿Conoces ya la tinta meditada de la primera luz? Mira el esfuerzo que en la copa más alta del bosque más oscuro raya un momento, avisa y mientras cae forma la claridad. Así comienza el día. Así también, contigo, cobran todas las cosas un impreciso afán por empezar de nuevo, por ser tu compañía cuando el tiempo aparezca.
35unknown
De lejas tierras por incultas vías llegó el bravo irlandés don JUAN BATEO, Jerjes nuevo en memoria en nuestros días.
33terceto
Serio retrato en la pared clarea todavía. Nosotros divagamos. En la tristeza del hogar golpea el tic-tac del reloj. Todos callamos.
7serventesio
E r a en aquella edad Córdoba insigne De los placeres y riquezas centro, Y en l a alta cumbre de esplendor y gloria R e s p l a n d e c í a el m u s u l m á n imperio. Las artes, el saber y l a opulencia De la hermosa ciudad su trono hicieron, A la par que el valor y l a fortuna La adornaban de triunfos y trofeos. Los festines, las zambras, los banquetes, Las justas, y los bailes, y torneos Continuos e r a n ; y los dos amantes Solo llamaban l a a t e n c i ó n en ellos. La corte, el pueblo, todos celebraban Tan intensa pasión,, y satisfecho E l Hagib Almanzor los p r o t e g í a, Y tal vez proyectaba su himeneo. Zeir, s e ñ o r de T ú n e z , que á l a corte. Llamado por Giafar, trajo el intento De conquistar las gracias de K e r i m a, Arde feroz en ponzoñosos zelos. Giafar el furibundo, que reputa Por negra afrenta, que el Hagib soberbio Ose pensar que pueda de K e r i ma E l E x p ó s i t o v i l llamarse duefio ; Y que ve en l a p a s i ó n de l a doncella Un atroz crimen á su sangre hecho, Y obstáculo t a m b i é n al alto enlaze E n que fundaba osados pensamientos; Devorado de rabia se consume, Y allá en su c o r a z ó n , h o r r i b l e infierno, De sangre, de venganza, de exterminio Revuelve sin cesar varios proyectos. Mas teme, como astuto cortesano, E l poder del Hagib, y reprimiendo Su terrible rencor, traza y combina. Para salir del laberinto, medio. No ostiga á la doncella desdichada, Busca para Zeir vanos pretextos, Tranquilidad ostenta en el semblante, Y madura sus planes en silencio. Zaide tansolo ignora los amores Del gallardo g a r z ó n : del mundo lejos Vive siempre en l a A l b a i d a retirado, Y allí no llega el cortesano estruendo. Advierte sí que reina gran trastorno Y gran agitación en el mancebo; Y aunque prudente nada le pregunta, Cauto le observa con afán paterno. Frecuentes, como siempre, las visitas Son de Mudarra á su castillo 5 pero Y a inquietas, cortas, mudas y turbadas, Pues del ayo á los ojos tiene miedo. Ya no pasa las noches apacibles Por aquellos contornos, persiguiendo' A l resplandor tranquilo de l a l u na Con sus lebreles el gallardo ciervo : Y a no admira las flores que r e t o ñ an De aquel castillo en el j a r d i n y el huerto, Ni sentado en la alborea, de los peces E l matiz argentado y los destellos : Ya apenas nombra el joven á Zahira, Ya no importuna á Zaide, cual de hacerlo Nunca hasta entonces descuidó, buscando L u z en las sombras con que se halla envuelto. Y si el anciano sus discursos mueve A tan i m p o r t a n t í s i m o argumento, I n d i c á n d o l e acaso que se acerca E l olvidado fin de sus anhelos Mudarra tiembla y palidece, dando A l penoso discurso un g i r o nuevo, O bien para dejar la A l b a i d a busca, Y á Córdoba tornar, vanos pretextos. S í n t o m a s que conoce y que lamenta A l l á en su c o r a z ó n el docto viejo, Y muertas teme ya las esperanzas, F i n honrado de todos sus desvelos.
18romance_arte_mayor
Como las esperanzas son los laureles, que sin dar fruto a nadie siempre están verdes: y en su verdura se mantienen los bobos por lo que dura.
27seguidilla_compuesta
Quien no guste en España de la majeza que huya de nosotros trescientas leguas, dame los brazos mientras que digo a voces vivan los majos
27seguidilla_compuesta
del fiord con el del carmen, porque el mismo oriflama es de azur. Su divina cornucopia derrama.
3couplet
Ancha línea de púrpura franjeaba el azul horizonte, donde el astro dorado de la tarde se ocultaba, y el cielo blanquecino semejaba un ánfora volcada de alabastro.
32quinteto
En la fuente del rosel lavan la niña y el doncel.
3couplet
Negra está la noche, sin luna ni estrellas... A mí me alumbraban los ojitos garzos de mi compañera.
26seguidilla_gitana
Y pues ambos lo pecamos, porque la mengua excusemos, será bien que lo rasguemos antes que lo descubramos. Vuesamerced no le duela darle un tajo y un revés, pero, más seguro es arrimarle una candela.
28copla_castellana
Muy grande mal es amar do esperanza es excusada, mas guárdeos Dios de olvidar, que es aire ser olvidada.
5cuarteta
Recuerde el alma dormida, avive el seso y despierte contemplando cómo se pasa la vida, cómo se viene la muerte tan callando,
12sextilla
Ar subí la escala, le ijo ar berdugo, que le quitara la túnica blanca, lo pusiea e luto.
26seguidilla_gitana
Como el profeta [re] cuenta que las tronpas judiciales surgirán a los mortales con estraña sobrevienta; bien así todos vinieron aquellos que Amor siguieron de quien se faze grand cuenta.
43copla_mixta
Mil cazoletas de almendro perfuman el tabernáculo; ya viene con mitra y báculo monseñor el rododendro.
19redondilla
De nuevo cruzas la mar en olas de la ilusión, en busca de una canción difícil de armonizar. Si la alcanzas al llegar, el cantarla es ya perderla... Se escurre como una perla que se desliza en tu mano... Y piensa que es sueño vano el soñar con retenerla.
13espinela
Y tu caballo blanco, que miró el visionario, pase. Y suene el divino clarín extraordinario. Mi corazón será brasa de tu incensario.
42terceto_monorrimo
y luego, abriendo la boca, hacer tres o cuatro gestos más locos y descompuestos que una mona cuando coca;
19redondilla
Una tarde parda y fría de invierno. Los colegiales estudian. Monotonía de lluvia tras los cristales.
5cuarteta
Reina de Chipre, diosa de Citeres; Tú que a los dioses y a los hombres mandas ¿Por qué no ablandas a la dulce Cloris? Mándalo, Venus.
36estrofa_sáfica
¿Qué fe te guarda el vano, por quien tú no guardaste la debida a tu bien soberano, por quien mal proveída perdiste de tu seno la querida
14lira
Tú, velado a la tormenta De borrascosa pasión, No sabes cómo se aumenta, Cómo inflamada revienta La pena en el corazón.
29quintilla
Y como ciego sin guía o fusta sin gobernante yo por donde no sabía tan solo y sin alegría por un valle adelante sin camino ni carrera por el cual una ribera tan espantable corría que la gran congoja mía con temor se convirtiera.
25décima_antigua
Guarnición tosca de este escollo duro troncos robustos son, a cuya greña menos luz debe, menos aire puro la caverna profunda, que a la peña; caliginoso lecho, el seno obscuro ser de la negra noche nos lo enseña infame turba de nocturnas aves, gimiendo tristes y volando graves
2octava_real
El arroyo entristecido ha gastado con los días sus riberas y tus días el olvido los ha trocado en vacías parameras.
31estrofa_manriqueña
La diferencia conozco, porque en él y en mí contemplo, su locura en su arrogancia, mi humildad en su desprecio.
11cantar
Nace, como la herramienta, a los golpes destinado, de una tierra descontenta y un insatisfecho arado.
5cuarteta
Guárdate bien no sea vellosa ni barbuda ¡el Demonio se lleve la pecosa velluda! Si tiene mano chica, delgada o voz aguda, a tal mujer el hombre de buen seso la muda.
9cuaderna_vía
¿Dónde las blancas perlas con que enfrena la voz suave, honesta y amorosa? ¿Dónde la frente bella y espaciosa más que el primer albor pura y serena?
24cuarteto
Donde creas que miente, dice mayor verdad, en las coplas pulidas yace gran fealdad; si el libro es bueno o malo por las notas juzgad, las coplas y las notas load o denostad.
9cuaderna_vía
Despierta, que ya pasaron Las horas que nos costaron Tanto lloro; Sal, que gentil enramada Dice a tu puerta enlazada: «Yo te adoro».
31estrofa_manriqueña
Venturoso es el futuro, como aquellos horizontes de pórfido y mármol puro donde respiran los montes.
5cuarteta
La causa de sus enojos muy claro allí la mostraba; si lágrimas derramaba pregúntenlo a aquellos ojos con que a Sireno mataba. Si su amor era sin par su calor no lo encubría, y si la ausencia temía pregúntenlo a este cantar, que con lágrimas decía:
6copla_real